¡Se quedan estadios de beisbol!

Ha sido muy comentada la noticia sobre la inminente venta de los estadios Héctor Espino y Tomás Oroz Gaytán, pero no para fines comerciales sino para conservar su vocación deportiva y especialmente beisbolera.

La gobernadora Claudia Pavlovich anunció la semana pasada que será el gobierno federal quien planea adquirir tales inmuebles y para ello envió al palacio estatal una carta de intención por parte del director de la Oficina para la Promoción y Desarrollo del Beisbol en México, Edgar González Sabin, hermano del ex ligamayorista AdriánTitánGonzález.

Todo surgió en una entrevista fugaz entre el primer mandatario López Obrador y Claudia Pavlovich a bordo del famoso Jetta blanco presidencial, en donde recibió varias peticiones, entre ellas la posible venta comercial de los estadios de beisbol a la que el mandatario se opuso de manera tajante.

De ahí surgió el plan de que los inmuebles –por cierto muy valiosos por su extensión y ubicación—sean adquiridos por el gobierno federal con el objetivo de instalar ahí un centro de desarrollo y capacitación para jóvenes beisbolistas que deseen saltar al plano profesional y especialmente a las Ligas Mayores.

El proyecto suena sensacional y esperemos que se lleve a cabo en un futuro no lejano.

Imaginamos al Héctor Espino convertido en una clínica permanente de beisbol que reciba a chamacos de todo el país, pero que además el estadio se mantenga como sede para eventos deportivos de todo tipo y nivel.

Cuando hace algunos meses se anunció la venta de dichos estadios con la idea de obtener recursos para saldar la deuda del Isssteson, infinidad de sonorenses arquearon sus cejas ante lo que parecía un plan concertado con alguna firma nacional o local para fines netamente comerciales.

Nada malo resultaría invertir en nuevos desarrollos comerciales y habitacionales en Hermosillo o Ciudad Obregón, pero no se vale que para ello se utilicen espacios que durante décadas han mantenido una vocación muy definida y apropiada.

La esquina de los bulevares Solidaridad y Luis Encinas, donde se ubica el Héctor Espino, es sin duda una de las más transitadas de Hermosillo y por lo mismo una de las de más valor inmobiliario.

Mayor razón para conservarla como un espacio de y para los ciudadanos.

Terrenos con vocación comercial sobran en nuestra capital y por ende no se justificaría derrumbar de un día para otro sus instalaciones con más de cuatro décadas de vida y que tanta gloria e historia han brindado al deporte sonorense.

El estadio Héctor Espino que fue inaugurado el 4 de octubre de 1972 –hace 47 años–, ha sido testigo de cinco Series del Caribe, de cientos de partidos de los Naranjeros de Hermosillo, también de torneos nacionales e internacionales, de infinidad de eventos artísticos y culturales, amén de ser sede de partidos de soccer y futbol americano, entre otros deportes.

Sería magnífico aprovechar los deseos abiertos de AMLO para promover el beisbol en México en todos los niveles y convertir al Héctor Espino y el Tomás Oroz Gaytán en semillero de peloteros que en pocos años podrían inundar con calidad y profesionalismo las ligas mayores y desde luego la Liga Mexicana y nuestra Liga del Pacífico.

Seguramente pronto sabremos más detalles de la propuesta presidencial que ya está en la oficina principal del Gobierno de Sonora.

Estaremos muy pendientes.

Noticias, noticias…

A propósito, López Obrador recibió ayer en Palacio Nacional al comisionado de las Ligas Mayores de Beisbol, Rob Manfred, y su comitiva con el propósito de buscar puntos de colaboración para promover el deporte profesional en nuestro país.

¿Algún día tendremos en México un equipo ligamayorista como Canadá?...

No se midió el ex presidente Enrique Peña Nieto al anunciar oficialmente por Instagram su divorcio con Angélica Rivera y de paso brindarle un agradecimiento como si se tratara de una empleada suya.

Con ello se comprueba que dicho matrimonio fue pactado con fines políticos y electorales…

Con bombos y platillos regresan a Hermosillo las Fiestas del Pitic, en esta ocasión se presentarán unos 300 artistas y el gasto del Ayuntamiento se estima en diez millones de pesos.

Esperemos que no veamos los excesos del pasado como la contratación del tenor español José Carreras que dejó temblando las arcas municipales en tiempos del alcalde ManuelMaloroAcosta.

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