Una gira desorganizada y poco útil

Tampoco fuimos al mitin del presidente Andrés López Obrador, el pasado sábado en el gimnasio universitario, ese evento que tanta polémica ha levantado en redes sociales y medios de comunicación a nivel local y nacional.

No asistimos en primer lugar porque no fuimos invitados y en segundo porque estábamos lejos de la capital sonorense.

Pero al igual que muchos de ustedes nos hemos enterado de los detalles a través de las crónicas periodísticas y de los comentarios en portales de Internet, Facebook y otros medios electrónicos.

Lo primero que salta a la vista es la desorganización casi total del evento.

El atraso de una hora es lo de menos, los mexicanos ya estamos acostumbrados a que los políticos no respeten el tiempo de los demás, ya sea por ignorancia o simplemente por sentirse importantes.

Fue patético el dispositivo de seguridad del presidente López Obrador.

Desde su llegada al aeropuerto y después al arribar a la sede universitaria, hubo tumultos y más tumultos en donde fácilmente podrían esconderse varios Aburtos.

La gobernadora Pavlovich tuvo que ser escoltada por varios guardias para poder caminar apuradamente, en medio de gritos, abucheos y porras.

¿Es razonable exponer a las autoridades a tales riesgos?

Una cosa es el exceso de seguridad con vallas, soldados, guaruras y patrullas al por mayor al estilo Peña Nieto, pero otro es carecer de las medidas mínimas para proteger no sólo al presidente mexicano sino también a sus invitados.

Este monumental relajo nos trajo a la memoria una de las visitas que hiciera el presidente Luis Echeverría a Hermosillo hace muchas décadas.

Como conscripto en servicio militar, fuimos citados a las siete de la mañana en la Plaza Zaragoza para integrar una valla por donde pasaría el primer mandatario.

Eso sí nos pidieron ir vestidos de civil para no hacer olas, estuvimos hasta la una de la tarde esperando a Echeverría, quien finalmente llegó a las tres de la tarde a Hermosillo y sin aviso previo cambió su ruta por lo que nunca lo vimos ni tuvimos idea por donde pasó.

El evento de López Obrador en donde presentó los programas sociales y las tandas de bienestar semejaba un acto más de campaña de Morena, evidenció además muy poca formalidad para un acto presidencial y enorme desorganización al grado que no fue mencionada la gobernadora Claudia Pavlovich en la lista de autoridades presentes.

Sin duda un notable desaire que no puede ocurrir en un acto oficial de tal naturaleza.

El titular del Gobierno de Sonora es la autoridad número dos después del presidente de la República.

A todo lo anterior agregue usted los intentos de abucheos en contra de la mandataria estatal. Con el descaro que ya conocemos, López Obrador dijo ayer que estos actos son producto del infantilismo político de los ciudadanos.

¿Olvidó acaso AMLO que durante sus tres campañas se dedicó a fustigar a las autoridades en turno y fomentar odio y rencor en contra de las mismas?

Por último, el primer mandatario demostró su escasa preparación cuando la gobernadora Pavlovich le solicitó ratificar el subsidio a la tarifa eléctrica 1F a lo que respondió que “si así era antes, ¡pues así va a ser!”.

¿Acaso nadie le informó antes de viajar a Sonora del reclamo estatal por el subsidio a las tarifas eléctricas de verano?

Todo indica que López Obrador no tuvo reuniones privadas ni de análisis con autoridades y sectores productivos a pesar de que muchos grupos lo habían solicitado, esto significa que se trató de una gira política con fines proselitistas y no una visita útil y fructífera.

Alguien tendrá, pues, que recordar a don Andrés que ya ganó la presidencia y que las próximas elecciones serán hasta el 2021.

Noticias, noticias…

Lo que se veía venir se confirmó ayer: la agencia Standard and Poor’s ajustó su calificación de estable a negativa a la deuda de Pemex lo que representa un sólido golpe al futuro financiero de la paraestatal.

Seguramente mañana el presidente López Obrador descalificará a la agencia norteamericana, pero sin tomar las acciones necesarias a favor de Petróleos Mexicanos…

Tristemente el PRI celebró ayer su 90 aniversario en medio de la peor crisis de su historia por los resultados del 2018 y por la división al interior de sus filas.

Quizás por ello ha optado por aliarse con Morena a fin de evitar un mayor declive.

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