Sedatu pone a temblar a productores

Sedatu pone a temblar a productores, escribe José Santiago Healy en #Actitudes

Algunas voces comienzan a alertar sobre el elevado nivel de crispación y enfrentamiento al que ha llegado la vida política nacional en las últimas semanas en México.

Incluso un comentarista lo comparó con aquellos aciagos tiempos de 1994 cuando el país se envolvió en una reyerta  social y política que generó tiempos convulsos para los mexicanos.

Por fortuna no enfrentamos ahora una rebelión indígena ni una serie de asesinatos políticos que en aquel entonces cimbraron a la sociedad y derivaron en una de las mayores  crisis económicas.

Tampoco vivimos una elección presidencial accidentada ni el desmoronamiento de un sistema unipartidista que años después sucumbió de manera pacífica en las elecciones del 2000.

Sin embargo, estamos inmersos en una terrible crisis sanitaria que ha ocasionado cerca de 200 mil fallecimientos y la  peor caída económica en México desde la gran depresión del año 1929.

El desempleo, la desesperación, el hartazgo y la desesperanza están presentes en millones de mexicanos, especialmente quienes se han quedado sin trabajo, quienes perdieron sus negocios y también aquellos que han perdido a uno o más de sus seres queridos.

A lo anterior hay que agregar un elemento adicional que podría provocar que la crisis sanitaria y económica desbocara en una tragedia nacional. Nos referimos -quizás usted ya lo adivinó- a esa voz incisiva y mordaz que todos los días desde Palacio Nacional fomenta la división y el odio entre los mexicanos.

Varios asuntos han motivado en días recientes la irritación del presidente López Obrador en contra de varios sectores del país. Con la suspensión de la reforma eléctrica arremetió contra los jueces y contra empresas que han utilizado energías limpias para reducir costos.

El acuerdo del Instituto Nacional Electoral para evitar la sobrerrepresentación de los partidos también desató el malestar del primer mandatario. Pero lo que no toma en cuenta el gobierno de la 4T es que con sus acciones unilaterales, turbias y sesgadas políticamente provoca incertidumbre, fastidio e indignación en la población mexicana. López Obrador ganó la presidencia en julio del 2018 con poco más de 30 millones de votos que representaron el 53 por ciento de la votación.

Por eso no significa que puede tomar las acciones que le pegue la gana toda vez que unos 90 millones de mexicanos no votaron por él y merecen ser tomados en cuenta como cualquier ciudadano.

La tónica de gobierno de la 4T es cada vez más preocupante. En el sur de Sonora se publicaron en días pasados una extensa serie de avisos de deslinde de tierras por parte de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano que ha puesto a temblar al sector agrícola y ejidal tanto del Valle del Yaqui como del Valle del Mayo.

Cuando las campañas electorales apenas inician, la Sedatu anuncia la medición de un cuantioso número de predios, supuestamente propiedad nacional, para ser entregados a solicitantes de tierra.

En los edictos la dependencia advierte que los propietarios o posesionarios que se sientan afectados por la medición de varias decenas de miles de hectáreas deberán en un máximo de 30 días hábiles presentar títulos para demostrar la posesión legal.

Es decir, si un productor no vio los avisos en la prensa o en el Diario Oficial corre el peligro de perder su propiedad de un mes a otro. Dirigentes de la pequeña propiedad y del sector ejidal

de la región lanzaron de inmediato la voz de alarma a sus agremiados ante la posibilidad de que se realice una expropiación de tierras agrícolas similar a la de 1976 cuando era presidente Luis Echeverría.

Hasta el momento López Obrador no se ha pronunciado sobre este sorpresivo movimiento de la Sedatu cuando Sonora se prepara para elegir a un gobernador, 72 alcaldes, 33 diputados locales y siete diputados federales. Solo esperamos se trate de una acción de rutina de la dependencia y no de una batalla más que haya escogido AMLO para continuar con su habitual línea de confrontación.

Noticias, noticias…

Suman más de 40 mil los migrantes mexicanos detenidos cada mes en la frontera con Estados Unidos, cantidad que no se registraba desde hace una década. Es evidente que la crisis económica y la de inseguridad ha hecho mella en las clases más desprotegidas