Alistan el circo para el caso Lozoya

Alistan el circo para el caso Lozoya, escribe @joseshealy en #Actitudes.

El show debe continuar, dicen en el espectáculo, pero también en la política mexicana.

La pandemia con cerca de 60 mil mexicanos y la caída económica más profunda en décadas han quedado a la deriva –al menos durante esta semana- para dar paso al caso Lozoya que todavía no alcanzamos a entender ni tampoco a calcular sus efectos para el país.

Los ciudadanos mexicanos esperamos que se trate de un asunto judicial serio, apegado a la ley y transparente que conduzca a enjuiciar a poderosos políticos de sexenios pasados, desde expresidentes y exsecretarios de estado hasta diputados, senadores y gobernadores.

Lo que no queremos es que se trate de una cacería de brujas típica de los arranques de sexenio en donde se pretenda enlodar a los enemigos políticos del régimen en turno con propósitos electorales, desgraciadamente hasta ahora es lo que estamos viendo de acuerdo con las evidencias.

En primer lugar el principal detenido en este escandaloso caso de corrupción, el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, ha sido tratado con una mano demasiado suave y generosa.

Para el tamaño de los delitos que se le imputan, Lozoya debió pisar una cárcel mexicana, iniciar desde ahí su defensa y luego solicitar la aplicación de un “criterio de oportunidad”.

Mediante este mecanismo el acusado se compromete a aportar pruebas suficientes sobre los delitos que se le imputan y al mismo tiempo señalar a otros funcionarios o políticos involucrados en los casos en cuestión.

A su vez la Fiscalía General de la República se reserva la facultad de prescindir total o parcialmente de la acción penal bajo la idea de que el beneficio será mucho mayor si se logra enjuiciar al resto de los responsables de los delitos.

Dicho recurso lo contempla el artículo 21 de la Constitución y su norma aparece en el artículo 256 del Código de Procedimientos Penales que establece su aplicación cuando el imputado aporte información eficaz para la persecución de un delito más grave.

Lo cierto es que Lozoya ya está de alguna manera gozando de los beneficios del “criterio de oportunidad”, pero todavía está por verse que sus acusaciones –en donde deberá incluir evidencias físicas como videos, documentos y cuentas bancarias que sustenten su testimoniosean comprobadas por el ministerio público.

En su momento la defensa del exdirector de Pemex ofreció la presentación de 12 videos con un total de 16 horas de material en donde, entre otras cosas, aparecen funcionarios dando sobornos a legisladores para la aprobación de la Reforma Energética propuesta por Enrique Peña Nieto.

En las últimas horas se difundió un primer video en donde se observa a Guillermo Gutiérrez Badillo recibir fajos de dinero cuando representaba a la bancada del PAN en el Senado entre los años 2012 al 2015.

Gutiérrez fungía hasta ayer como secretario particular del gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, quien lo cesó al conocer el video en cuestión.

Es de esperarse que pronto aparezcan más videos y se dispare el mitote a nivel nacional para beneplácito del Gobierno de la 4T que podrá así desviar temporalmente la atención de los problemas graves por los que atraviesa México.

El presidente López Obrador le echó ayer leña a la hoguera al promover que se difundan los videos y los pormenores de los señalamientos de Lozoya lo que quizás implique una violación a la secrecía del caso.

En fin, habrá pan y circo de sobra para las próximas semanas.

Notas en serie…

De acuerdo con una medición de la empresa Demoscopia Digital realizada los días 1 y 2 de agosto, si las elecciones fueran en este momento Morena se llevaría trece de las quince gubernaturas en disputa incluyendo Sonora y sólo perdería Nuevo León que quedaría en manos del PRI y Querétaro del PAN.

La diferencia en Sonora es mínima donde Morena obtendría el 30.14% de los votos contra el 26.91 por parte del PRI, pero todavía los indecisos suman un 20%.

Los aspirantes mejor colocados son Alfonso Durazo (Morena), Ernesto Gándara (PRI), Antonio Astiazarán (PAN), Ana Gabriela Guevara (PT) y María Dolores del Río (Movimiento Ciudadano), en ese orden.