Tiempo de enfrentar retos y rezagos

Tiempo de enfrentar retos y rezagos, escribe José Santiago Healy en #Actitudes

La pandemia del coronavirus ha envuelto al país en una impresionante vorágine de la que tenemos que salir pronto y recuperar los asuntos delicados que también afectan a los mexicanos. No se trata de minimizar la gravedad del Covid-19 sino de mantener la contingencia en su justa dimensión y aprovechar este alto en el camino para ajustar otras tuercas sueltas a fin de estar preparados para el regreso a la vida cotidiana.

En primer lugar, el gobierno federal junto con los estatales y municipales, están obligados a detener la pesadilla de la inseguridad social que a pesar de planes y más planes no se ha logrado frenar y ya no digamos erradicar. Es inaudito que el mes de marzo de este 2020 –cuando se iniciaron las acciones de confinamiento- haya registrado un nuevo récord en el número de homicidios dolosos en la República Mexicana.

Fueron en total 2,585 asesinatos a pesar de que en enero y febrero las estadísticas mostraban una “baja marginal” que presumió en su momento el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo. López Obrador minimizó en días pasados el récord de marzo para destacar que en el primer trimestre del 2020 bajaron los homicidios en 0.3%, es decir prácticamente nada. Aseguró además que el secuestro cayó un 25.8%, el robo de vehículos un 11.1% y el robo en general un 6.6%.

Habrá que esperar las estadísticas de abril cuando se habla de un nuevo repunte de los índices de la violencia. Sería muy oportuno que AMLO aproveche esta pausa en las actividades para revisar la estrategia que ha seguido durante 17 meses de gobierno con resultados por demás imperceptibles. El segundo tema es la recesión económica que con la pandemia se convirtió en una profunda crisis de la que tendremos que salir con mucho trabajo, creatividad y una estrategia sólida.

Además de ofrecer respaldos a los sectores económicos y a las familias mexicanas, estamos a buen momento para retomar viejos programas que reactiven el país. Jalar inversiones a la frontera mexicana procedentes de China y el continente asiático es imperativo al igual que promover la creación de empresas locales, los mexicanos tenemos capacidad y talento para arrancar negocios, solo se requiere facilitar los trámites legales y los apoyos financieros.

La educación es el gran talón de Aquiles, reformas y programas se anuncias con bombos y platillos en cada sexenio, pero desgraciadamente estamos todavía lejos de alcanzar la calidad y el nivel educativo deseados. La contingencia sanitaria demostró que no estamos bien preparados técnica y educativamente para afrontar estas adversidades. Sospechamos que el saldo al final de la pandemia será un retroceso en el nivel educativo del estudiantado mexicano, quizás en nivel superior salgamos mejor librados.

Dudamos que los secretarios de Educación a nivel federal y estatal estén tomando cartas en este trascendente tema. Finalmente el tema tecnológico es imprescindible abordarlo, la pandemia evidenció aquí enormes retrasos en los sistemas de comunicación y operación de empresas y organizaciones. Bancos, oficinas públicas, comercios y organismos sociales –con sus valiosas excepciones-- tienen mucho por avanzar y brindar la calidad del servicio que merecen sus clientes y usuarios.

¿Tendrá el gobierno de López Obrador la visión y agallas para emprender estos retos o seguirá inmerso en sus grillas políticas y en su obsesión por concentrar el poder como en los viejos tiempos? Noticias, noticias… “En casa del jabonero, el que no cae, resbala”, dice el refrán que hoy se aplica al presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, quien designó al discutido político Javier Lozano como vocero de la organización, pero no duró ni 24 horas en el cargo ante el vendaval de protestas surgidas al interior del sindicato patronal.

Le salió barata la pifia al dirigente empresarial porque ya imaginamos las broncas constantes que habría ocasionado en su puesto el aguerrido poblano… Hugo López-Gatell, el subsecretario estrella de Salud, suavizó su postura en torno al uso de cubrebocas en esta pandemia, respaldó finalmente portarlas como una acción complementaria, pero insistió en que la sana distancia y quedarse en casa son más importantes. Lo que todos preguntamos a estas alturas es porque se permite a supermercados y otros comercios seguir en operación mientras que a los pequeños negocios, oficinas e iglesias se les obliga a cerrar sus puertas. Comentarios a jhealy1957@gmail.com