¿Por qué hasta ahora investigan a Genaro?

#ExpresoOpinión ¿Por qué hasta ahora investigan a Genaro?, escribe @joseshealy en #Actitudes

El caso de Genaro García Luna amenaza con extinguir la credibilidad que algún día tuvo el gobierno de Felipe Calderón en materia de seguridad y de justicia.

Pero también se ha convertido en una pesada lápida para el régimen de Enrique Peña Nieto y de paso para el de Andrés Manuel López Obrador.

Quienes creímos que Calderón había luchado cuerpo a cuerpo y con toda la fuerza del Estado en contra de los carteles del crimen organizado, hoy todo queda en tela duda ante los contundentes cargos en contra de García Luna.

Aquellos mexicanos que tuvieron confianza en que la llamada guerra contra el narcotráfico estaba bien planeada y diseñada para exterminar ese terrible cáncer que carcome al país, hoy esos sectores están decepcionados y terriblemente sorprendidos por la captura en Estados Unidos del ex secretario de Seguridad Pública.

No existe forma de justificar que un colaborador de un presidente a nivel de gabinete y durante todo el sexenio haya sido infiltrado y sobornado por las fuerzas del narco, en este caso por el cartel de Sinaloa.

¿Dónde quedó la labor de inteligencia del gobierno mexicano?

¿Cómo es posible que un primer mandatario no haya tenido el cuidado de vigilar y supervisar a sus colaboradores más cercanos y con especial énfasis al titular de un delicadísimo sector como es la seguridad pública?

Recordemos que esto no es nada nuevo, infinidad de funcionarios públicos han sido procesados por delitos similares, incluyendo en 1997 al zar de las drogas, el general José Gutiérrez Rebollo, quien fue acusado en 1997 de proteger al jefe del cártel de Juárez, Amado Carrillo.

¿Por qué entonces no tomó Calderón las medidas necesarias para evitar tan grave delito por parte de su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien fuera señalado en varias ocasiones durante su gestión de tener vínculos con el crimen organizado?

Es cierto que hasta el gobierno de Estados Unidos se fue con la finta al reconocer en varias ocasiones y brindar tantas atenciones –incluyendo la residencia permanente—al ex titular de la Agencia Federal de Investigaciones y posteriormente de la Secretaría de Seguridad Pública.

Pero nada justifica, pues, que un régimen que se distinguió por su combate al narcotráfico haya sido vulnerado y traicionado de tan perniciosa manera.

Es verdad, García Luna es todavía presunto culpable y deberá será sometido a un juicio que lo declarará culpable o quizás inocente por recibir sobornos de criminales, traficar drogas y mentir al gobierno de Estados Unidos.

Sin embargo, no hay que hacerse tarugo, si un juez federal norteamericano dictó orden de aprehensión en contra del ex policía mexicano es porque tiene evidencias firmes en su contra.

Este asunto enloda al ex presidente Peña Nieto quien durante su presidencia no investigó lo suficiente a García Luna a pesar de que se trataba de un personaje cuestionado y con presuntos lazos con los carteles de la droga.

De rozón golpea también al gobierno de López Obrador quien ya no encuentra la forma de eludir las críticas por no haber actuado en contra de un ex funcionario público que además fue muy cercano al principal enemigo político del régimen: Felipe Calderón.

¿Por qué el gobierno mexicano no investigó a Genaro García a pesar de haber sido señalado por los testigos protegidos durante el juicio de Joaquín Guzmán Loera?

¿Por qué hasta ahora le sacan los trapitos al sol al ex poderoso secretario de Seguridad Pública?

Son muchos los interrogantes que transitan en torno al caso de García Luna y muchos también los damnificados políticos comenzando con el ex presidente Calderón para seguir con Peña Nieto y el propio López Obrador.

Noticias, noticias…

Los demócratas en la Cámara de Representantes lograron finalmente su cometido de llevar al presidente Donald Trump a un juicio político, sin embargo saben bien que en enero la mayoría republicana en el Senado votará en contra de la destitución del mandatario lo que acabará con este proceso.

Es la segunda batalla fallida del partido Demócrata contra Trump, la primera fue la acusación por un supuesto complot con Rusia en las elecciones del 2016…

Se la bañaron los senadores de Morena que desean expulsar de su bloque a la senadora por Sonora, Lilly Téllez, por su posición firme en contra del aborto, entre otros temas.

Por suerte la propuesta inquisitorial de los radicales morenistas no fue avalada por el líder del Senado, Ricardo Monreal, ni por el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo.

 

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