Favorecer al amigo Bonilla, la consigna

Preocupa enormemente que a estas alturas el partido Morena en Baja California y el gobernador electo Jaime Bonilla no hayan desistido de su torcido intento de ampliar la duración de su nuevo régimen de dos a cinco años.

Inquieta todavía más que el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien un día sí y otro también se da baños de pureza y se proclama como demócrata a ultranza, mantenga su silencioso respaldo a la malsana ambición de su amigo tijuanense.

Un gran número de analistas, intelectuales y políticos de prestigio consideran que el “sabadazo” que realizó el Congreso de Baja California el pasado 10 de julio para ampliar el periodo de la gubernatura a cinco años, es ilegal además de antidemocrático.

Así lo han expresado personajes como Cuauhtémoc Cárdenas, varios consejeros del Instituto Nacional Electoral, Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación; los líderes de todos los partidos excepto Morena; la Coparmex, la analista Denise Dresser, entre muchísimos más.

El director del diario Milenio, Carlos Puig, calificó ayer de “chicanada de Bonilla” a esta maniobra que supuestamente se concretará el día 1o de noviembre cuando el nuevo gobernante tome posesión por un supuesto periodo de cinco años.

El pasado domingo se realizó en Baja California una consulta pública —otra encuesta “patito” más— que fue un chasco por no decir que una broma de muy mal gusto.

Se instalaron apenas 250 casillas para un universo electoral de más de un millón de votantes.

No hubo listas confiables, tampoco mecanismos para evitar fraudes.

Los ciudadanos podían votar en cuantas casillas quisieran sin ningún impedimento.

Obvia decir que el resultado fue a favor de Bonilla por dos a uno y que el mismo fue presumido por los simpatizantes del futuro gobierno de Morena tal como si se tratara de un ejercicio transparente, democrático y confiable.

La realidad es una: en el 2004 se reformó la ley para crear un periodo de gobierno de dos años tanto en alcaldías como en la gubernatura y bajo este reglamento los bajacalifornianos votaron en junio de este año.

Todavía más, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf) confirmó el día dos de octubre la validez de la elección a gobernador de Baja California por dos años, y no por cinco.

¿Por qué aferrarse a lo indefendible?

¿Dónde quedó el espíritu democrático de Morena y de su máximo líder López Obrador?

¿Acaso no puede Jaime Bonilla sacrificar sus ambiciones en aras de la legalidad y la sana convivencia política?

Defienden el derecho más sagrado

Lleno completo registró el viernes pasado la reunión organizada por Ana Baranzini y su familia para convocar a la comunidad sonorense a defender el derecho a la vida, el primer gran derecho y el más sagrado de todo ser humano.

Ahí hablaron y fuerte el cineasta Eduardo Verástegui, la senadora Lilly Téllez, la diputada Madeleine Bonnafoux, y la alcaldesa Célida López, quienes de manera enfática condenaron cualquier intento hacia la legalización del aborto en México.

Se pronunciaron además por la necesidad imperiosa de concientizar a los ciudadanos, en especial a los jóvenes, sobre lo que significa un aborto y cuáles son sus graves consecuencias en la sociedad.

Para ello recomendaron asistir a ver la película “Inesperado” que muy pronto se estrenará en México y la cuál retrata con crudeza los pormenores de la industria del aborto en Estados Unidos.

El filme narra las experiencias en la vida real de Abby Johnson, quien fuera directora de una clínica abortista y como al darse cuenta de las muertes de tantos bebés, decide renunciar para convertirse en una sólida defensora de los derechos de los niños en formación.

Si todos los mexicanos fuéramos conscientes de los horrores del aborto, en especial los políticos y legisladores, seguro que este tema no estaría en la agenda de ningún partido.

Felicitaciones a la familia Baranzini por impulsar este positivo encuentro con la esperanza de que muy pronto las iniciativas en contra de la vida sean olvidadas para siempre en México.

Noticia final

Fue congruente el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, el sonorense Alfonso Durazo, al reconocer que no hay nada que presumir en este sector y que los avances son mínimos al igual que en la percepción de inseguridad por parte de la ciudadanía.

Es un buen inicio reconocer que no se ha avanzado y que se requiere un esfuerzo mayor y una estrategia efectiva en este terrible cáncer social que agobia al país.

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