El mexicano firmó este lunes su contrato antes de la multitudinaria presentación en la ciudad deportiva.
Mismo discurso, mismas frases, mismas promesas.
Es el mismo ‘Chicharito’ de los últimos tiempos, comprometido a todo y nada, hablando mucho y diciendo poco.
Así lo compró Sevilla por 8 millones de euros, 8.8 millones de dólares, la cifra más baja desde que está en Europa, y así lo tendrá que aguantar por tres años.
Llega sin nervios, dijo:
“No tengo ninguna inquietud, sólo cosas positivas. Lo venía hablando con mi agente, que esta es una bendita oportunidad. Sé la responsabilidad que supone y estoy encantado. Es una lástima que llegue ahora el parón porque me gustaría adaptarme desde ya, pero estoy feliz de estar aquí porque me gustan el proyecto y la ambición. Por eso elegí venir aquí y espero responder a la confianza”.
Frases de motivación, dignas de un político o un pastor:
“La exigencia puesta en mí, en el equipo y en el club ya se conocen, que es la de conseguir el mayor éxito. Vengo a exigirme y a sacar mi mejor versión profesional y personal. No espero menos de mí y ellos tampoco. La ambición nos representa a todos, porque es lo que queremos demostrar”.
Miguel Layún estuvo en el Sevilla y habló con él al respecto.
“Con Miguel sí he hablado, estamos en constante comunicación porque nuestras familias son muy cercanas. Él tuvo al míster en Porto y luego estuvo aquí seis meses. El año pasado pude venir a visitarlo un fin de semana y me quedé enamorado de la ciudad. Siempre me ha comentado que el club es incomparable y sé que el futbol aquí es una religión”.
En cuanto a las expectativas, realismo:
“Me encantaría decir que voy a hacer 70 goles y ganar muchos títulos, pero es en el césped donde se demuestran las cosas. Es lo bonito del futbol, que es impredecible y con esa exigencia voy a darlo todo y a disfrutarlo. Espero que esta etapa sea mejor que la otra que viví en España. Trato de hacerlo bien siempre y devolver esa confianza que me compromete, me ilusiona y me da ganas de entrenar y jugar”.
Volverá a portar el número 14, que es con el que se le identifica más, además dice estar en buen momento.
“Estoy bien, vuelvo a ir a la selección y sé que el delantero es de rachas, pero en mi último partido con el West Ham hice un gol. Estoy bien y cuando regrese me pondré a punto también en lo táctico, con el míster y los compañeros”.
Asegura que no es su última parada, a pesar de que cuenta con 31 años de edad:
“Soy una persona que intenta evitar la zona de confort y vamos a exigirnos nuestra mejor versión para lograr cosas importantes. Lo principal es ganar partidos para avanzar en las competiciones y me imagino cosas chingonas porque son gratis. Me visualizo consiguiendo cosas grandes con este club”.
Sobre el dibujo táctico, no se cierra a nada:
“Desde que debuté pienso lo mismo. Mientras esté en el campo lo voy a dar todo y disfrutar. Lo demás es para el míster, porque me voy a adaptar a lo que se me pida. Lo que me gusta es jugar al futbol y luchar para que las cosas sean más positivas que negativas. Llevo un día aquí y no conozco aún a los compañeros, pero aspiramos a lo más grande. Esa es la exigencia que el sevillismo transmite y yo desde fuera ya lo veía”.
Además, dejó claro que no llegará solo:
“Me trasladaré con la familia y voy a disfrutar de esta ciudad. Conozco a mucha gente que ha vivido aquí y nadie me ha hablado mal de Sevilla”.
Éste es un paso “para mi carrera hacia arriba. Es un escalón más y una oportunidad brillante para tener crecimiento, disfrutarlo y exigirme para demostrar que estoy a la altura del club. Tengo en mis manos el presente y ojalá en el futuro hablemos de un pasado extraordinario aquí”.
Hernández ya había estado en España y de ese paso efímero por el Real Madrid, dijo:
“Todos en esta sala hemos crecido mucho de 2014 aquí. Es la vida y he estado muy bien en todos mis clubes. Siempre he tratado de mejorar y es una gran oportunidad que aquí confíen en mí y hagan este esfuerzo”.
EXP/UNI/EV/AGT/2019