Dicen adiós a ‘La Parka’

Los restos de Jesús Escoboza Huerta fueron incinerados y trasladados al camposanto.

HERMOSILLO, SON.- Ayer, sonó la campana y terminó la última pelea en la vida de Jesús Escoboza Huerta, quien llevó los últimos 23 años el título de ‘La Parka’, tocando la vida de miles de aficionados a la lucha libre mexicana.

La noche del sábado 11 de enero se hizo oficial el deceso de ‘La Parka’ en Hermosillo debido a complicaciones renales y pulmonares a partir de su trágico accidente del 21 de octubre en la Arena Monterrey, donde se lastimó las vértebras y no pudo superar ese impacto.

Todo el domingo y hasta el mediodía de ayer, familiares, colegas, y amigos de Jesús Escoboza Huerta dieron el último adiós al mítico luchador, que hace 33 años inició su camino en Hermosillo, y en 2019 tuvo su última función con su calavérico personaje.

En punto de las 2:30 de la tarde de este lunes, el cuerpo de ‘La Parka’ fue trasladado de la funeraria San Martín, en Hermosillo, al camposanto, donde fueron cremados sus restos, pero no sin antes dar una parada en el lugar donde inició todo, la ‘Cancha 4’.

Hace 33 años, en Hermosillo, inició la carrera amateur de un luchador de la corriente de los ‘Exóticos’, el cual se hizo llamar ‘El Bello Sexy’, quien hacía reír a todos con sus actos y, a la vez, daba grandes muestras de atletisismo a los fanáticos sonorenses del pancracio.

LaCancha 4de la colonia Olivares fue el primer lugar que presenció el talento de Jesús Escoboza, y antes de incinerar sus restos visitó por última vez el sitio que vio nacer a una leyenda.

La Ciudad de México fue su destino y el nombre de Karius La Momia fue su primer mote en AAA, en ese entonces considerada la organización de mayor renombre en la lucha libre mexicana, pero en 1996, Antonio Peña, dejó su condición de luchador profesional y Jesús Escoboza fue el portador de ‘La Parka’ hasta la actualidad.

Múltiples cabelleras, máscaras, y combates memorables en solitario, o con equipo, hicieron de ‘La Parka’ una leyenda, la cual seguirá viva entre los aficionados de la lucha libre mexicana.

Orgullosos de su padre

Ayer, Jeime, Nartunid y Jovanna, tres de los 14 hijos que tuvo en vida Jesús Escoboza Huerta, recordaron historias y episodios de lo que fue crecer con ‘La Parka’ como padre, y las tres coincidieron en que será una persona que la extrañarán, no sólo en su familia, sino la sociedad mexicana por lo que hizo dentro y fuera del cuadrilátero.

“En nombre de todos mis hermanos voy a decir que todos nos sentimos muy orgullosos de mi papá, tanto en el aspecto laboral y personal, él era nuestro mejor amigo, él nunca regañaba ni juzgaba a nadie, era una persona sabia, y a la vez un adolescente, vivía muy alegre, y era muy padre el vínculo que vivimos con él”, señaló Nartunid Escoboza.

Además de las maniobras en las cuerdas, los lances espectaculares, y los voraces golpes a sus rivales, ‘La Parka’ se ganó el corazón de la gente por su labor fuera del ring, conviviendo con los aficionados, y haciendo labores altruistas, algo que lo metió de lleno en la cultura popular mexicana, más allá de lo que significaba su figura del deporte.

“Le encantaba la energía, lo que podía transmitir a la gente, porque realmente nunca fue luchador por la atención de la gente, él tenía sus pies bien puestos sobre la tierra, a él le gustaba ese deporte y es muy peligroso, pero es muy bonito, ese entretenimiento que le daba a las personas era lo máximo para él”.

“A él lo querían por su actitud, lo que transmitía, ayudó a muchas personas en su papel como luchador, a muchos niños con algún consejo, o iba con niños con cáncer, les daba un momento de felicidad, y eso nos llenó de orgullo, no sólo era luchador, él siempre buscaba más. Hizo mucho para la comunidad, pero él quería hacer más cosas que no pudo”, manifestaron sus hijas.

Baile espontáneo

Uno de los aspectos que realzaron la figura de este emblemático luchador hermosillense, fueron las entradas espectaculares que realizaba antes de ingresar al encordado, con fuegos artificiales, y sobre todo, el baile, una danza que amenizaba con la música de Michael Jakcson, con su canción de ‘Thriller’, lo hacía uno de los favoritos de niños y grandes.

Sus hijas recordaron que ese emblemático baile se le ocurrió de forma espontánea a su padre, y a partir de ese momento se convirtió en uno de los luchadores más queridos por la afición mexicana.

“El baile era muy curioso, yo sentía que eso era mi papá en toda su esencia, a él se le ocurrió y lo hizo, era muy espontáneo, y eso lo llevaba al ring, pero también era muy dedicado, al terminar sus peleas, se esperaba, daba autógrafos, fotos, les dedicó mucho tiempo a sus fans, y fue un excelente luchador”, expresaron Jeime, Nartunid y Jovanna.

EXP/VL/EV/ENE/2020