El frío encuentro entre Guillermo y Enrique
En el mismo lugar donde hace casi tres años se casaba Enrique de Inglaterra con Meghan Markle, este sábado se celebró el funeral por su abuelo, Felipe de Edimburgo.
Fue precisamente en la capilla de San Jorge en el castillo de Windsor donde todo comenzó. En el mismo lugar donde hace casi tres años se casaba Enrique de Inglaterra con Meghan Markle, este sábado se celebró el funeral por su abuelo, Felipe de Edimburgo. La boda fue una ceremonia precedida de tensiones familiares que, en algunos casos, trascendieron en ese momento y que, en otros, el tiempo se ha encargado de destapar. Los hijos de Diana de Gales y Carlos de Inglaterra se encontraban en el funeral de hoy tras 14 meses de distanciamiento, en medio de una crisis que ambos han reconocido. Han afirmado públicamente que, aunque se siguen queriendo, no mantienen contacto y sí muchas diferencias.
📺 TV en DIRECTO | Los hermanos Guillermo y Enrique de Inglaterra, y Kate Middleton, caminan juntos a la salida del funeral de su abuelo https://t.co/ifRT8RuZI6 pic.twitter.com/6OyzjIqzUK
— EL PAÍS (@el_pais) April 17, 2021
La orden de la reina de Inglaterra fue clara y rotunda: el protocolo debía de evitar más tensiones. Por eso, desde el momento en que falleció el duque de Edimburgo, los encargados de organizar el funeral hicieron lo posible por suavizar la situación. Los hermanos no caminaron hombro con hombro detrás del ataúd, sino que lo hicieron con su primo Peter Phillips, el hijo de Ana de Inglaterra, en medio. Algo que no era insólito: cuando caminaron tras el féretro de su madre lo hicieron con su tío, el conde Spencer, entre ellos. Luego en la capilla se sentaron uno enfrente del otro. Guillermo lo hizo junto a Kate Middleton, que acompañó el luto con unas impresionantes perlas que la reina le prestó de su joyero para la ocasión. Enrique estuvo solo, ya que Meghan Markle no viajó a Londres al encontrarse muy avanzado su embarazo.
Las mascarillas ayudaron a todos los invitados a esconder sus gestos de dolor por la pérdida de Felipe de Edimburgo. En el caso de los hermanos, también sirvieron para cubrir las posibles muestras de incomodidad al saberse observados al detalle en sus interacciones por los millones de espectadores que siguieron por televisión la despedida al hombre que acompañó a la reina de Inglaterra durante 73 años. Ambos adoraban a su abuelo, que tras la muerte de su madre, Diana de Gales, se acercó mucho más a ellos para ayudarles a sobrellevar su orfandad.
Felipe de Edimburgo tenía debilidad por Enrique, igual que le sucede a Isabel II. Su carácter bromista conquistó a sus abuelos. Quizá por ello Isabel II ha intentado protegerle tras su marcha como miembro senior de la familia real, dejando siempre una puerta abierta en caso de que quiera regresar. Por eso, según cuentan portavoces no oficiales de palacio, el duque de Edimburgo se disgustó tanto cuando, estando ingresado en el hospital, supo de la entrevista que Enrique y Meghan habían concedido a Oprah Winfrey en la que acusaron a algunos miembros de la familia real de ser racistas.
Tantas miradas puestas en los hermanos desviaron algo la atención en Andrés de Inglaterra, a quien su madre apartó de la vida oficial por su vinculación con el pedófilo Jeffrey Epstein. El segundo hijo varón de Isabel II intentó recuperar su uniforme de almirante para la ceremonia, lo que hizo saltar las alarmas de posibles controversias y provocó que el protocolo terminara por decretar que nadie llevara uniforme militar. Se trataba también de evitar que Enrique fuera el único que llevara chaqué en el cortejo fúnebre, ya que, privado de honores militares por su decisión de alejarse de la familia real, no podría haberse vestido de uniforme.