"La fiestas esperan, pero los hijos no": maestra y madre organizó su vida para darles tiempo de calidad
Criar a los hijos cuando son pequeños es una labor que en muchos momentos se torna agobiante y no permite tener la misma vida social que cuando no se es mamá.
GUAYMAS, SON.- Criar a los hijos cuando son pequeños es una labor que en muchos momentos se torna agobiante y no permite tener la misma vida social que cuando no se es mamá, y de ahí precisamente viene el mensaje que Angelina Mendoza Díaz da a las nuevas madres que tienen un bebito en sus brazos: No desesperarse y dar todo el amor a los hijos, porque los años pasan, las fiestas esperan, pero los hijos no.
Originaria de Huatabampo, es química-bióloga de profesión por la Unison y maestra desde hace 36 años. Comenzó a trabajar en el CET Mar de Yavaros y llegó a a una universidad de Guaymas en 1990, año en el que se casó con el también maestro y biólogo, Javier Enríquez, y tuvieron a su primer hijo, Javier.
Entre 1985 y 1993, Angelina tuvo su propio laboratorio de análisis clínicos en Etchojoa, pero Javier era muy pequeño y ella trabajaba a distancia, por lo que decidió cerrarlo y quedarse solamente con la plaza de maestra, y en 1994 nació Alejandro, su segundo hijo.
“Se necesita mucha organización para dar tiempo de calidad, no es fácil, pero si se puede, no tenemos familiares aquí y nos apoyábamos en los buenos amigos, en los primeros años andaba en las guarderías, señoras me ayudaban en la casa y mi esposo, a pesar de que trabajaba dobles turnos siempre fue muy colaborador con el cuidado de ellos, y si era muy cansado, pero también muy satisfactorio, porque ser mamá no tiene precio”, dice.
Con el ejemplo del profesionalismo de sus padres, fueron niños muy obedientes y disciplinados, y hoy Javier es médico cirujano con especialidad en traumatología y Alejandro es ingeniero mecánico electricista.
“Se tiene uno que repartir entre la crianza de los hijos y el compromiso de trabajo, inclusive yo hice mi maestría en Enseñanza de las Ciencias Químicas en esa situación, ellos estaban en primaria, si fue pesado pero los niños respondían bien, ellos pusieron la gran parte porque se disciplinaron, no es nada fácil pero si se puede compaginar con organización y dejar de lado actividades de tipo social, uno debe estar consciente de que esas actividades pueden esperar y lo otro no, me gustan las fiestas pero creo que siempre se debe priorizar a los hijos en la etapa donde requieran el apoyo de mamá”, afirma.
Angelina cree que todas las mujeres, incluso las que no son madres, tienen instinto de protección y se encariñan con los sobrinos, los vecinitos o lo hijos de amigas, y en su vida como maestra, trata con mucho amor y respeto a los jóvenes, porque en cada uno de ellos ve a sus hijos que tanto ama.
Nombre: Angelina Mendoza Díaz
Edad: 62
Años de servicio como maestra: 36