Alfredo Ramírez inspira a empalmenses con su historia de vida

Originario de Tanuato, Michoacán, llegó a Guaymas a los veinte años en 1971. Trabajó durante 35 años realizando diversas actividades. Desafortunadamente, a los 42 años, sufrió un desprendimiento de retina.

Con 72 años de edad, el señor Alfredo Ramírez, quien padece discapacidad visual, lleva quince años vendiendo artículos para la limpieza del hogar, como escobas, trapeadores y recogedores, por las calles de Empalme.

Originario de Tanuato, Michoacán, llegó a Guaymas a los veinte años en 1971. Trabajó durante 35 años realizando diversas actividades. Desafortunadamente, a los 42 años, sufrió un desprendimiento de retina.

"Desde que yo nací no miraba bien. Tenía un 50% de visibilidad que una persona normal. Me adapté lentes y trabajé en varias cosas, descargando camiones de frutas y verduras. Con mis lentes que tenía me ayudaba para trabajar, pero me golpeaba con la mercancía en la cabeza. Tuve desprendimiento de retina, me operé, pero ya no quedé bien, me pensionaron", manifestó.

Volvió a su tierra natal

Decidió regresar a su tierra natal, y cinco años después, su familia ya no quiso seguirlo, así que regresó solo. Ganándose la vida cortando zacate o pastos en patios y revisando con las manos cómo había quedado el lugar.

Un conocido le ofreció este trabajo para generar ingresos y solventar sus gastos, además de enseñarle a caminar por las calles desde su casa hasta el centro de Empalme y de regreso. Realiza este recorrido todos los días durante ocho horas.

"Hay veces que vendo diez, hay veces que no vendo nada, pero un promedio de diez trapeadores diarios, entre trapeadores, escobas y recogedores", comentó el señor Alfredo.

Agradeció ampliamente a las personas que lo apoyan con la compra de sus artículos y pidió que le sigan comprando para seguir adelante y cubrir sus gastos. Concluyó expresando su gratitud.