De reliquia histórica a paseo de ruinas y basura: Así es ahora el Panteón San Fernando

Los años de descuido en el viejo panteón San Fernando, han convertido el lugar en un paseo de ruinas y basura, con muchas de las tumbas dañadas por el paso del tiempo, así como por los ladrones de mármol y metales.

GUAYMAS, SON.- Los años de descuido en el viejo panteón San Fernando, han convertido el lugar en un paseo de ruinas y basura, con muchas de las tumbas dañadas por el paso del tiempo, así como por los ladrones de mármol y metales.

El cementerio data de finales del siglo XVIII, y en él se construyeron hermosas tumbas y mausoleos, pero actualmente son muy pocas las que están en buenas condiciones, y de acuerdo con los testimonios de los mismos deudos, los robos se incrementaron en el último año (también en el panteón Héroes Civiles).

Hace seis meses, la familia Murillo se vio en la necesidad de reparar una tumba, ya que había sido “reventada” por unos ladrones que robaron un cerco que se encontraba a un lado y golpearon el sepulcro donde se encuentran los abuelos maternos, padre, madre y un hermano.

“Una noche hicieron un movimiento para robarse el cerco de la tumba de enseguida, y me avisaron que habían quebrado toda la tumba, es fierro pesado y reventó todo, ese problema es desde siempre, porque no hay vigilancia, a las tapaderas no les ponen varilla y quedan muy frágiles, y no le quieren invertir, porque hay un líquido que se puede poner para que no crezca la maleza, este panteón no tiene mantenimiento”, dijeron los hermanos Merardo y Dolores Murillo, que residen en la colonia Miguel Hidalgo.

En anteriores ocasiones, este medio informativo ha documentado el descuido que existe en ese lugar, con charcos de agua, maleza, figuras de angelitos sin cabeza, vírgenes hechas pedazos en el suelo y la ausencia de las placas de metal que hubo en alguna ocasión, y este 2 de noviembre llamó la atención que los ladrones han robado aún más rejas es fácil y han arrancado los cristos de las cruces (para extraer el poco metal que tienen), y la figura del crucificado solamente se ve en la silueta que formó el polvo con el paso de los años.

“La verdad es que muchas tumbas se quedan así porque los familiares no regresan, una vez vino un chavalo a buscar la tumba de su papá, anduvo un rato dando vueltas y no la halló, no la halló porque nunca lo visitó después del entierro, y así muchos, han dejado a los muertos aquí y no están al pendiente, ni siquiera han de saber que las tumbas están destrozadas”, comentó un vecino de la colonia El Rastro.

Por otra parte, están los sepulcros de personas cuya descendencia ya falleció también o se fueron de Guaymas, y las fechas de entierro ocurrieron en décadas muy distantes y en el siglo antepasado.

El deterioro más crítico del panteón inició en septiembre de 2009, cuando la tormenta tropical ‘Jimena’ inundó el lugar (es un terreno ganado al mar), derrumbó monumentos y sacó ataúdes que terminaron flotando con rumbo desconocido, y después de ese fenómeno, no se hicieron las reparaciones suficientes (ni por los familiares de los difuntos ni por el Ayuntamiento), años después, los delincuentes que frecuentan esa zona incendiaron una barda lateral para acceder al viejo panteón y los bienes que le quedan.