Comisario de San Carlos desmiente supuesto tarjetón de acceso durante Semana Santa

En medio de una ola de desinformación, se ha difundido que para entrar a San Carlos en Semana Santa, los turistas deben pagar por un tarjetón de acceso, y el comisario Neil Lozano Márquez aclaró que es una mentira.

GUAYMAS, SON.- En medio de una ola de desinformación, se ha difundido que para entrar a San Carlos en Semana Santa, los turistas deben pagar por un tarjetón de acceso, y el comisario Neil Lozano Márquez aclaró que es una mentira, ya que ese tarjetón es solamente para facilitar el uso de un carril especial y de los retornos a los automovilistas que no pueden comprobar su domicilio aún cuando lo tengan aquí, así como a quienes se trasladan de Guaymas o Empalme a sus lugares de trabajo en San Carlos.

"Han tergiversado la información, hay una cuota de recuperación y en unos días más se va a presentar como entró ese dinero y cómo se va a usar aquí en la comunidad, ese dinero la comisaría lo está depositando, denme oportunidad en unas semanas, me gustaría que la alcaldesa de esa plática de cómo quedó ese dinero y de qué forma se va a utilizar en la comisaría", dijo.

Explicó que la intención no es negar el paso a la gente sino darle agilidad a los residentes, y que estos puedan utilizar otro carril y los retornos mostrando su identificación que acredite el domicilio en San Carlos, y el turista ya sabe que tiene que esperar en la fila donde el retorno está en el sector Bahía.

Las personas que requieran tramitar su tarjetón, deberán hacerlo en las oficinas de la comisaría, y Lozano Márquez reiteró que son solamente quienes no puedan comprobar su residencia por tener otro domicilio, es el caso de quienes viven en otra ciudad y tienen una casa en San Carlos, los trabajadores, o situaciones de otra índole.

Cabe mencionar que la expedición de tarjetones a los residentes se realiza desde hace muchos años (al principio era gratis y después se comenzó a cobrar una cuota), y se han detectado casos en que personas, sobre todo jóvenes, que compran tarjetones apócrifos para poder circular con mayor libertad, y aunque la situación siempre ha sido polémica, no había llegado el grado de que se difundiera la idea de que la función de ese documento era una especie de pasaporte para entrar al destino turístico.