Le cumplen a San Juan Bautista pero con albercada

Por considerar que el agua estancada del Río Mayo está contaminada, por sexto año consecutivo, promeseros y fiesteros de la etnia Yoreme-Mayo, bañaron a San Juan Bautista en una alberca.

Por considerar que el agua estancada del Río Mayo está contaminada, por sexto año consecutivo, promeseros y fiesteros de la etnia Yoreme-Mayo, bañaron a San Juan Bautista en una alberca, informó Manuel Maldonado Osuna.

El rezador mayor del Templo de San Juan Bautista de Pueblo Viejo, Navojoa señaló que decenas de "sanjuaneros" se reunieron para realizar el ritual ancestral en un domicilio particular ubicado en los márgenes del Río Mayo.

"No está fluyendo el agua en el Río Mayo y la que está tiene días estancada, huele mal y hasta está contaminada, por eso decidimos bañarlo con agua limpia en una alberca", comentó.

Maldonado Osuna comentó que fueron 50 días los que los fiesteros y promeseros peregrinaron por los hogares de Navojoa, para finalmente celebrar la fiesta más grande del sur de Sonora, arraigada a las tradiciones de los indígenas mayos.

Cumple su promesa

El joven nogalense Juan Ramos Soto, de 16 años de edad, viajó más de 600 kilómetros para cumplirle un año más a su santo patrono, San Juan Bautista.

"A mi santo patrono le prometí volver a Pueblo Viejo, Navojoa, para ponerme el tercer hábito en agradecimiento a su gran existencia y la mía, ya que nací este 24 de junio y tengo el honor de portar su nombre de Juan. Así que agarramos mi abuelito y yo un camión de Nogales a Navojoa con mucha paz y esperanza", enfatizó.

Con la indumentaria representativa a San Juan Bautista, Ramos Soto arribó al templo para llegar hasta el altar, agradecer como fiel creyente y postrarse ante su santo patrono.

"Es una religión muy especial para mí y mis familiares, que nos inculcaron desde pequeños y ahora estamos aquí teniendo una gran fe para cualquier motivo, en la salud, enfermedad y la vida en general. A veces, cuando no sé qué hacer, le pido a él que nos guíe con su luz para que siga derramando bendiciones. Digo que nos guíe porque siempre quiero que mi familia, seres queridos y no conocidos estén bien", resaltó.

El devoto a San Juan explicó que la primera vez que fue a la Iglesia de Pueblo Viejo, hace 11 años, específicamente el 24 de junio de 2012, fue por un familiar, el cual lo bautizó cuando cumplió los 5 años de edad.

"Ahora me acompañó también a la Iglesia, él me compró el hábito, y juntos vimos cómo lo bendecían, se sentía en el aire el amor del patrono que nos protegía, es una sensación única", refirió el menor de edad.

Finalmente dijo sentirse feliz, por poder cumplir un año más con su promesa, la cual pretende seguir haciendo por más años y en un futuro poder heredarla a sus seres queridos.

"Para mí este día es tener una herencia histórica de Sonora, que nuestros antepasados los mayos, nos han dejado mostrándonos nuestras raíces. Un día para sentirnos orgullosos y pues ojalá estas tradiciones sigan vivas", concluyó.