Nikita Kyriakis: Empresario, filántropo y amigo leal

Sus amigos y colegas recordaron la vida del empresario de origen griego, quien ayudó al desarrollo de Nogales durante toda su vida.

Generó miles de empleos, fundó empresas, construyó miles de casas, parques industriales..., pero Nikita Demetrio Kyriakis Georgouses jamás perdió su buen corazón, ese corazón que el día de los albañiles les echaba una vuelta para convivir con ellos.

Fue la mañana del martes 16 de abril del 2024 que dejó de existir Nikita, quien también murió un poquito aquél 23 de marzo del 94, junto con su gran amigo Luis Donaldo Colosio Murrieta, a quien jamás olvidó, ni dejó de rendir homenaje.

El empresario nació en Nogales un 29 de septiembre de 1949 en el pequeño municipio fronterizo, hasta donde llegaron sus padres en un largo viaje desde Grecia. Su padre era Don Demetrio y su madre Doña Aspasia, ambos muy queridos en esta frontera, donde procrearon numerosa familia, teniendo otros hijos como Pablo Apóstolos, Nicolás, Antonio, Yanula y otros hermanos más que ya no viven en esta frontera.

Sus amigos, verdaderos compañeros de trabajo que lo acompañaron durante décadas lo describen como ése hombre de fuerte voluntad, que se abrió paso desde su restaurante El Greco, para dedicarse en 1991 a los negocios inmobiliarios.

De esa manera, Nikita dejó a un lado su gran pasión, que era la cocina, ya que su familia tuvo otros restaurantes como El Cid, El Apolo y otros en Arizona; pero el más famoso fue La Caverna, construido en unas cuevas de un cerro de cantera y que fue parte de la época de oro de Nogales.

Leales empleados

e Media se dio a la tarea de entrevistar a Hortencia Armenta Ruiz, su asistente principal, quien visiblemente conmovida describió a Nikita Kyriakis como una persona "muy humana, sereno, inteligente, muy observador, cauteloso, pero muy audaz cuando tomaba una decisión”.

“Era muy generoso con todos, altruista, jamás le dijo no a quien solicitara su ayuda, personas, clubes de servicios, pero especialmente le daba especial apoyo a los jóvenes, porque merecían todos ellos una oportunidad”, comentó Hortensia quien lo conoció durante 10 años.

Su gran anhelo, recuerda que le comentó hace dos años, era que quería pasar ya más tiempo con su familia.

“Y así lo hizo. Pasó más tiempo con sus nietos, hijos, esposa, a quienes adoraba con una entrega total”.

El corazón era tan grande que cada año mandaba tarjetas postales de Navidad… pero por correo a sus amigos y familiares. Más de 500 tarjetas navideñas salían de la oficina y se enviaban a cualquier parte de Nogales, Estados Unidos, México, Europa y por supuesto, a Grecia, donde aún tenía familiares a los que visitaba.

“La última tarjeta, la de Navidad del año pasado, fue diferente. El Señor Nikita mandó tomarse una foto familiar, con todos sus hijos, nueras, nietos, esposa… y esa fue la foto de la tarjeta postal”, comentó Hortensia visiblemente conmovida.

Las empresas

El ingeniero Israel Girón Arredondo y el contador Carlos Molina Gracia lo acompañaron durante décadas en su recorrido empresarial, y se muestran visiblemente conmovidos por el fallecimiento del jefe.

Fue Israel Girón, quien explica detalles como la construcción de dos parques industriales en Nogales, además de ser socio del parque industrial de la Ford, en Hermosillo.

Carlos Molina explica que fácilmente Nikita construyó 10 mil viviendas en esta frontera. "Sin Nikita Kyriakis Nogales no fuera la ciudad que es hoy”, comenta.

Los fraccionamientos construidos van desde Conquistadores, Santa Lucía, San Sebastián, San Carlos, Pueblitos y muchos más donde viven miles de nogalenses.

“El gran detonante de la vivienda en Nogales se dio gracias a un convenio que logró Nikita Kyriakis con Infonavit y con la Asociación de Maquiladoras, con lo que se mejoró la vivienda para todos”, comentó Carlos Molina.

Los dos coinciden en el gran altruismo del empresario y su don de gentes. A nadie hacía menos. A ricos y pobres trataba con el mismo aprecio, con la misma mirada cordial.

“El Día del Albañil se daba tiempo para ir a convivir un rato con los trabajadores, y a todos se acercaba y felicitaba… Eso le daba gusto a los muchachos”, explica el ingeniero Israel Girón.

La amistad de Colosio

La convivencia con Luis Donaldo Colosio desde que estudiaron juntos en el Tecnológico de Monterrey los unió para siempre.

Israel narra cómo Luis Donaldo llegaba a veces al restaurante El Greco para convivir con su jefe.

“Eran amigos de verdad, no los unía la política, sino los años de estudiantes, donde se hicieron grandes amigos, lo cual se veía desde lejos”.

La muerte de Luis Donaldo lo afectó visiblemente, narra, salió dolido de la oficina, y se fue en avión a Tijuana a ayudar a Diana Laura, quien también lo quería.

La amistad fue tanta que Nikita fue el Albacea de los niños, hasta que fueron adultos. En su oficina guardó documentos personales de Luis Donaldo, hasta que el pequeño Donaldo fue adulto y se los entregó.

Cuando se cumplieron 10 años de la muerte de Luis Donaldo, me dijo.

“Ingeniero, faltan 35 días para el décimo aniversario de la muerte de Luis Donaldo, y tenemos que construir una plaza en ese cerro… y trabajamos día y noche febero y marzo del 2004, para hacerle una plaza a su gran amigo”, comentó.

Fueron tan amigos, que se hicieron compadres, ya que Nikita Kyriakis y su esposa fueron padrinos de Mariana Colosio Riojas, la hija más pequeña de Luis Donaldo.

Y hasta el día de su muerte, siempre ordenó: “La Plaza de Luis Donaldo no debe tener ni un árbol seco, ni un destrozo… Y una vez que las feministas la semidestruyeron, mandó reparar todo, incluso las placas de bronce dañadas”, comentó, “la muerte de Luis Donaldo lo marcó para toda la vida”.

La vida de este gran empresario nogalense y sonorense, no se mide sólo por el dinero, o el poder, sino por la calidad humana que dejó como legado entre los que lo conocieron.

COLABORACIÓN ESPECIAL SERGIO GARCÍA