Manifestantes intentan asaltar palacio presidencial en Georgia

Decenas de miles de manifestantes opositores se enfrentan a la policía en Tiflis tras un mitin que exigía la dimisión del gobierno

Decenas de miles de personas se congregaron este sábado en la Plaza de la Libertad de Tiflis para un mitin opositor que exigía la dimisión del gobierno, culminando en un intento de asalto al palacio presidencial que fue detenido por fuerzas antidisturbios.

Durante la “asamblea nacional”, los manifestantes ondearon banderas georgianas y de la Unión Europea, buscando presionar al partido gobernante Sueño Georgiano, considerado prorruso y populista, para lograr una transferencia pacífica del poder.



Manifestantes y policía se enfrentan

Grupos de manifestantes, muchos con máscaras antigases, rompieron las rejas que resguardan el palacio presidencial, situado a unos 500 metros de la Plaza de la Libertad, tras un llamado del exfiscal general de Georgia, Murtaz Zodelava, a marchar hacia el recinto.

La policía antidisturbios respondió con gases lacrimógenos y cañones de agua, deteniendo a varios manifestantes durante los enfrentamientos. Las imágenes transmitidas en directo por la televisión local mostraron la tensión y los choques entre ambos bandos.

El ministro georgiano Irakli Kobajidze advirtió antes de los hechos:

"Si los participantes en la manifestación incurren en acciones de violencia o intentan asaltar edificios de la administración pública recibirán una respuesta proporcional".

Desacuerdo por elecciones locales

El mitin coincidió con las elecciones municipales, boicoteadas por la oposición, que según las autoridades transcurrieron sin incidencias. El Movimiento Nacional Unido, principal partido opositor fundado por el expresidente Mijaíl Saakashvili —actualmente en prisión— no reconoce la legitimidad de las elecciones parlamentarias del año pasado ni del gobierno surgido de ellas.

Desde noviembre pasado, tras la decisión del gobierno de postergar hasta 2028 las negociaciones de adhesión a la Unión Europea, se han registrado continuas protestas en todo el país. En estos enfrentamientos, más de 500 manifestantes y 170 policías resultaron heridos.

Por su parte, el primer ministro Irakli Kobakhidze calificó la movilización como un intento de “revolución” destinado al fracaso y advirtió sobre posibles detenciones de los organizadores.