Personas con este tipo de sangre son más propensas a padecer Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por un deterioro gradual en la memoria, el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales.
Un estudio llevado a cabo en la Facultad de Medicina de la Universidad de Vermont ha revelado que las personas con sangre tipo AB tienen un 82 por ciento más de probabilidad de desarrollar problemas de pérdida de memoria, un factor que podría estar vinculado al Alzheimer y otras formas de demencia.
El deterioro de la memoria es un fenómeno multifactorial y comprender su relación con diversos elementos, como el grupo sanguíneo, es esencial para la prevención y búsqueda de tratamientos específicos. Aunque estos hallazgos sugieren una conexión entre el tipo de sangre AB y el riesgo de Alzheimer, se requiere más investigación para comprender completamente esta asociación.
La enfermedad de Alzheimer, la causa más común de demencia, se caracteriza por un deterioro gradual en la memoria, el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales. Los signos tempranos incluyen la repetición de afirmaciones, olvidos de conversaciones y eventos, y dificultad para establecer una conversación coherente.
El estudio, que abarcó a más de 30 mil personas durante tres años, se centró en 495 individuos que desarrollaron deterioro cognitivo en comparación con 587 que se mantuvieron saludables. Se evaluó el tipo de sangre y el factor VIII, una proteína crucial en la coagulación.
Los resultados mostraron que aquellos con sangre tipo AB tenían niveles más altos de la proteína, lo que se tradujo en un 24 por ciento más de probabilidades de desarrollar problemas de pensamiento y memoria. Sin embargo, es crucial destacar que el diagnóstico del Alzheimer siempre debe ser realizado por profesionales de la salud mediante estudios adecuados.
Estos hallazgos resaltan la importancia de una estrategia integral para preservar la salud mental. Actividades como la lectura, la actividad física regular, la estimulación mental, la socialización, la organización del hogar, el sueño adecuado y una dieta balanceada pueden contribuir a la prevención del Alzheimer.
