Los ánimos se calentaron en el Senado de la República durante la toma de protesta de Rosario Piedra como titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Subió a la mesa directiva por el acceso izquierdo y en dos minutos con 40 segundos se consumó su rendición de protesta, entre gritos de repudio a su ascenso y de apoyo a su elección.

Es la primera vez que ocurre una rendición de protesta de un cargo con el servidor público en la parte alta de la mesa directiva, dado que el pie de esa instalación estaba ocupado por morenistas y panistas que gritaban consignas y carteles en los que se acusaban de robar votos (los de Morena) y de mentir (los del PAN).

El vicecoordinador de Morena, Eduardo Ramírez Aguilar, alzó el brazo de Piedra Ibarra, en el momento en que la presidenta del Senado, Mónica Fernández Balboa, de pie en una imagen inusual en esos ritos, después de haber resistido la embestida del panista Gustavo Madero quien intentaba desplazarla de su sillón, leyó la declaración de protesta legal con la que se invistió la nueva ombudsperson.

"Protesto, sí protesto", dijo con voz débil, la activista de la organización Eureka, y enseguida cerró el puño y los ojos, con su expresión típica de timidez. Al pecho llevaba una fotografía de su hermano Jesús, desaparecido en los setentas.

Gustavo Madero Muñoz, quien se adelantó para obstruir el momento de la protesta fue derribado por Salomón Jara y las senadoras Citlali Hernández y Martha Guerrero.

Xóchitl Gálvez, del Partido Acción Nacional (PAN); fuera de la imagen de la transmisión de televisión, fue señalada por María Antonia Cárdenas de haberla golpeado y de que "endemoniada destruyó parte del pleno".

El coordinador de Morena, Ricardo Monreal no se movió de su escaño, donde estuvo acompañado por Germán Martínez Cásarez y Cristóbal Arias Solís, mientras que en otras imágenes de la transmisión se veía a los panistas Mauricio Kuri y Julen Rementería, entre otros, de apoyar a Madero Muñoz.