La "tradición" patria de retirar las naranjas de Plaza Zaragoza

Conforme se acerca el festejo del Grito de Independencia en Hermosillo, la Plaza Zaragoza se prepara, como lo es el retiro de naranjas de los arboles que colindan al Palacio de Gobierno, una "tradición" que surge desde hace más de 50 años.

Como cada mes de septiembre y en vísperas del Grito de Independencia, una tradición de Hermosillo ya es el corte de las naranjas de los árboles ubicados en la Plaza Zaragoza.

El historiador Joaquín Robles Linares, recuerda que este hecho se deriva del sexenio del entonces gobernador Álvaro Obregón Tapia, cuando en la ceremonia patria de 1957 producto de un conflicto laboral, se presentó una fuerte manifestación a las afueras del Palacio de Gobierno.

“En el gobierno de Álvaro Obregón Tapia había un brote de inconformidad con un gremio, particularmente creo que eran los maestros, en aquel entonces al momento de salir el gobernador a dar el grito, estos inconformes habían tomado naranjas y entonces empiezan a aventarlas al balcón, entonces entraron ellos al balcón para protegerse”.

Una vez que se logró poner en orden la situación y se desalojó a los manifestantes, dijo, se llevó a cabo una ceremonia de desagravio, por que le habían dado naranjazos a la bandera nacional.

“Hubo una ceremonia y quedó en la memoria colectiva esa protesta, pero también la precaución de todos los gobernantes que le precedieron, para que no volviera a suceder aquel evento violento donde cualquiera podría agarrar una naranja y aventarla”.

Fue a partir de la ceremonia patria del año 1958, de acuerdo a la información del historiador, cuando entró en vigor la instrucción de realizar la poda de los árboles de naranjo en la Plaza Zaragoza.

La tradición patria de retirar las naranjas de Plaza Zaragoza

EL MITO DE "AGACHATE FERNANDA"

Una anécdota o mito que se da alrededor de este acontecimiento fue el supuesto grito que el entonces gobernador Álvaro Obregón Tapia hiciera a su esposa Fernanda, al momento de que eran lanzadas las naranjas.

“Fue una broma yo creo de la gente, pues estaba el gobernador con su esposa en ese momento, y quisieron tomar esa situación para ridiculizar un poco el momento, pero no hay un testimonio real de que haya sucedido, y la gente comenzó a comentarlo a manera de chiste”, manifestó.