La venta de mazapanes es la única forma en que Luciano sale adelante con su diabetes
Con mucho entusiasmo y con la intención de salir adelante, Luciano Vargas, sale todas las mañanas de su hogar, ubicado en la colonia El Mariachi, para vender dulces y conseguir dinero.
HERMOSILLO, SON.- Con mucho entusiasmo y con la intención de salir adelante, Luciano Vargas, sale todas las mañanas de su hogar, ubicado en la colonia El Mariachi, para vender dulces y conseguir dinero.
Luciano es originario de de Sinaloa pero, hace dos años vino a Hermosillo en donde laboró como ayudante de albañil. Desgraciadamente padece de diabetes, que se le fue complicando a tal punto de no poder desarrollar su trabajo.
Por si fuera poco, también padece de hipertensión y problemas renales, por lo cual no puede desarrollar actividades de mucho esfuerzo, debido a que puede traerle complicaciones a su salud.
“Decidí lo de la venta de dulces porque tenía que hacer algo, rápido, porque necesitaba dinero para pagar la luz en la casa donde vivo y poder pagar mi tratamiento, sufro de diabetes e hipertensión, he comprado ampolletas de eritropoyetina, heparina, multivitaminicos y hierro”, dijo.
Luciano se encuentra viviendo en una casa en el barrio de El Mariachi, lo dejaron vivir con la condición de que la cuidara mientras los dueños no estuvieran ahí.
“Muy amable el licenciado, me dejó vivir en una casa que no usa con la condición de que se la cuide y lo apoye con una parte para pagar la luz, no me da un sueldo pero tengo donde vivir”, comentó.
Mencionó que el Hospital General, que es donde se esta atendiendo, no lo ha podido apoyar con los medicamentos debido a que todos los esfuerzos están dedicados a atender la pandemia por coronavirus.
Luciano ha podido vender sus dulces y gracias a ello ha podido comprar dos ampolletas de las cuatro que necesita para tratar su enfermedad, sin embargo expresó que por complicaciones de su diabetes le está afectando a su ojo derecho, el cual debe permanecer cerrado para conservar su vista y no le empiece a molestar.
Destacó que la comunidad hermosillense lo ha tratado bien, lo han apoyado con alimento y se encuentra muy agradecido con la gente.
“Me han tratado muy bien, gracias a dios, he podido conocer muchas personas y me han ayudado con despensa, otros me ayudan con dinero que agarro para pagar mis medicamento. De no ser por la gente, yo creo que me hubiera muerto”, expresó.