La pandemia se llevó los dos negocios de Juan Pablo, pero aún así no pierde la esperanza

HERMOSILLO, SON.- A un año de la pandemia por Covid-19 en el país, la capital de nuestro estado ha reflejado a través de la triste realidad de muchos ciudadanos los estragos que esta gran enfermedad trajo para ellos.

Lo más triste que ha traído esta gran contingencia ha sido la muerte de muchas personas, seres queridos para muchos sonorenses. Ante esta gran problemática se le han sumado otras, como es el caso de la baja economía y el cierre de muchos negocios locales.

Juan Pablo Loustanau, joven de 25 años de edad quien tuvo que cerrar sus dos negocios en Hermosillo, comentó que en enero del año pasado abrió Ñenguele Snack Bar y la Agencia Punto de Partida. El primer negocio sólo pudo durar abierto hasta abril, ya que la plaza donde se encontraba tuvo que cerrar por medidas de salud ante la contingencia por Covid-19

“En Punto de Partida se pagaban alrededor de 8 sueldos y teníamos dos equipos; uno de tres practicantes y otro de cuatro practicantes. Ese negocio sí era el más prometedor y ahí sí fue la inversión más grande en sueldos. Yo tenía pensado solamente a partir del segundo mes llegar a mi punto de equilibrio y empezar a recuperar, pero por cuestiones de covid las empresas dejaron de pagar”.

“El negocio de Ñenguele toda la ganancia era para mis papás, era mi ayuda hacia mis papás y así tener un activo fijo que eso me iba a estar ayudando, más que nada por el sentido de pertenencia. Sentir que tenía algo funcional, pues como yo me dedico a apoyar negocios era como no tener un negocio es no tener una carta de presentación”, dijo.

Buscar nuevos clientes durante la pandemia fue muy difícil porque todas las empresas estaban utilizando sus recursos para sobrevivir y ya no promocionarse, lo cual esto último era lo que su negocio, Punto de Partida ofrecía, indicó.

“Yo con la agencia quería darle la oportunidad a jóvenes de ganar un buen sueldo, porque realmente se les estaba pagando bien. Normalmente cuando salen de la universidad les piden experiencia laboral y mientras no tienen experiencia no les pagan bien, entonces yo quise darles esa oportunidad”, lamentó.

Ayudar y generar empleos en Hermosillo que estuvieran bien pagados, que se dieran cuenta los jóvenes que sí se pueden tener trabajos bien pagados, es lo que deseaba hacer Loustanau.

Por último, recalcó que cuando fundó sus dos negocios desconocía todo lo que se aproximaba durante los meses del inicio de la pandemia, pero aún así su plan seguirá en pie cuando todo vuelva a la “normalidad”, y así poder intentarlo de nuevo.