Gustavo Rosas, un artista del buen vestir en Hermosillo desde 1959

El hombre de 75 años de edad se ha ganado el respeto y reconocimiento de la comunidad por su trabajo como sastre.

En el año 1959, cuando apenas tenía 11 años de edad, Gustavo Rosas Olivas inició en la sastrería como aprendiz y asistiendo al patrón en todo lo que precisara en el taller; hasta la fecha han pasado 64 años y continúa disfrutando su oficio día a día.

Desde entonces se ha dedicado de lleno a esta actividad con la que apoya a su familia, compuesta por 4 hijos y su mujer, a quienes ha logrado sacar adelante llegando a trabajar a veces hasta 20 horas diarias.

La calidad de su trabajo le ha hecho ganar respeto y reconocimiento, atrayendo y manteniendo clientes para toda la vida de la magnitud de Alfonso Durazo y José Coppel.

A los 75 años de edad, revela que el secreto de la sastrería es tener buenas manos, pero sobretodo atender al cliente, lo que este desea para que pueda lucir una prenda de ropa muy detallada que le  permita mantener la comodidad y elegancia.

Gustavo Rosas, un artista del buen vestir en Hermosillo desde 1959

Aprendió el oficio de la mano de Salvador Hernández Villanueva y su operario, quienes le enseñaron la técnica del oficio desde temprana edad en la Sastrería Noriega.

"Al principio no ganaba nada más que para la soda, y estaba de un lado para otro, pero miraba y aprendí muchísimo, era la mejor forma de pagarme", contó el sastre.

Gustavo asumió la dirección del taller en 1979 al fallecer su patrón, debido a que su hijo tenía 10 años y no podía tomar las riendas del negocio, por lo cual se hizo responsable de la sastrería y de ayudar al pequeño huérfano.

"Él falleció a los 56 años de edad y dejó un niño huérfano, tenía Salvador un hermano, dueño de un taller también, pero este me lo dejó a mí con la condición que le hiciera un fondo al niño y le depositara quincenalmente para su futuro como una manera de apoyarlo, y lo hice como si fuera otro hijo", relató.

El antiguo taller, que antes se ubicaba en calle García Morales y Colosio, ya tiene 37 años de funcionamiento continuo, y hoy en día sigue siendo operado por Gustavo con la asistencia de uno de sus hijos.

Gustavo Rosas, un artista del buen vestir en Hermosillo desde 1959

Cambios en la sastrería

Sastrería Noriega era uno de los pocos lugares en Hermosillo donde se hacían trajes a la medida, pero hace 10 años Gustavo ya no fabrica trajes de manera artesanal, sino que vende trajes industriales y se los ajusta a los clientes.

Expone que el principal motivo por el que decidió dejar de fabricar trajes es porque ya no se encuentran fácilmente operarios debido al poco interés que muestran las nuevas generaciones por el oficio, además de que ya no se usa tanto el traje formal como antes.

"Antes no había aire acondicionado y se usaba más traje, ya hoy no se usa tanto, antes a todos los puestos importantes la gente iba de traje. Hoy los trajes se compran para eventos especiales como bodas, quinceañeras, bautizos, eventos de trabajo y actividades similares"

Ante el paso del tiempo y el surgimiento de las nuevas tecnologías en la industria textil, este artesano del buen vestir afirma que el oficio del sastre no muere, porque las fábricas producen estándares pero los cuerpos necesitan la ropa a la medida.