Locatarios extrañarán el Mercado Municipal durante su cierre

Algunos comerciantes que han pasado toda su vida en este recinto afirman que el ambiente que viven día a día en las instalaciones del Mercado Municipal es lo que más extrañarán durante el tiempo que estarán fuera por su remodelación.

El cierre temporal del Mercado Municipal ha despertado una mezcla de emociones entre los comerciantes, mismos que han dedicado décadas de sus vidas a este icónico lugar de la ciudad.

Será en los primeros días de octubre cuando todos los locatarios deberán dejar sus puestos habituales de trabajo mientras se realizan los trabajos de remodelación de este emblemático sitio en el centro de Hermosillo.

“Sentimos mucha nostalgia, pero sobre todo incertidumbre porque, de alguna manera, este mercado es nuestra burbuja. Trabajamos los 365 días del año. 

“En mi caso, crecí aquí. El negocio es de mi papá, pero al mismo tiempo me llena de alegría porque vamos a tener un mercado renovado y adecuado para ofrecer un mejor servicio, y para que dure muchos años más, para las próximas generaciones”, compartió María Auxiliadora Ung, una comerciante de un negocio de comida con aproximadamente 56 años de servicio.

En este proceso de transformación, María siente la emoción de su padre. 

"Mi papá está entusiasmado, le tocó una remodelación anterior hace más de 40 años, dice que en esa época estuvieron literalmente en la calle, por la Guerrero, dice que nos irá muy bien, que las ganas de trabajar no deben faltarnos”, expresó.

Muestran su emoción

Por su parte, Guadalupe Arzate, quien ha trabajado en una carnicería del mercado desde hace 60 años, compartió su emoción por el futuro de los comerciantes en este lugar. 

"Toda mi vida he laborado aquí, pero si es para nuestro bien, para ofrecer un mejor servicio a nuestros clientes, pues ni modo, hay que trabajar con fe, la gente puede que batalle un poco, pero estaremos a sus órdenes a solo media cuadra de aquí”, indicó.

De igual manera, Diana Castellanos, quien representa la tercera generación de su familia que trabaja en una carnicería del mercado, indicó que esta es la primera renovación que le toca, y espera un buen resultado a futuro.

"Siento una gran felicidad, me alegra mucho que el mercado vaya a cambiar. Mis padres y otras generaciones tuvieron remodelaciones, pero yo no. Esta es la primera remodelación que presencio.

“Nuestro negocio cumplirá 63 años, y aunque extrañaremos las risas, vale la pena aguantar ese añito de transformación para que quede bonito y atractivo para nuestros clientes”, manifestó.