Doña Rosita dejó plasmadas sus enseñanzas en 21 generaciones

HERMOSILLO, SON.- Rosa Elena Velarde Baltierrez fue maestra de primaria durante 21 años y se retiró en 1998. Primero trabajó como costurera, después inició en la docencia y cuando se quedó en casa tuvo una papelería durante 20 años. Hoy se dedica a disfrutar a su familia.

“Estoy muy agradecida con Dios por poder estar con mis hijos”, expresó.

Ella es madre de seis hijos, abuela de veinte nietos y bisabuela de once pequeños y viene otro en camino, aunque la pandemia de Covid-19 la ha alejado de ellos por su protección, espera estar pronto con todos y abrazarlos nuevamente.

Llegó a Hermosillo porque quería estudiar, ingresó a la preparatoria y sus maestros del interinato la apoyaron para que siguiera en la escuela y al mismo tiempo trabajaba para sacar adelante a sus hijos.

“Cuando yo trabajaba, los maestros eran muy respetados, extraño todo, mi rutina de levantarme temprano para dejar la comida hecha, atender la casa y mi trabajo”, compartió.

Como una excelente madre y profesora, sus alumnos la estimaban y hasta la fecha la recuerdan con cariño, ha logrado contactar con algunos gracias a las redes sociales.

“Cuando me encuentro a mis ex alumnos me da mucho gusto verlos, ya grandes y realizados con hijos y todo, es una satisfacción muy grande”, agregó.

Mónica Fernández, es la nieta mayor de la señora Rosa, contó cómo su abuela fue su inspiración para dedicarse a la docencia, y que siempre les enseñó lo bello de educar y el dejar su experiencia en los niños.

“No dejaba de trabajar, aquí en esta casa daba asesorías para los alumnos que ocupaban regularización, se preocupaba por su trabajo, muy atenta y muy responsable siempre, a mí me inspira mucho y comparto con ella muchas experiencias muy bonitas”, expresó.

La maestra Rosa Elena ha dejado un legado en sus alumnos y su familia que la quieren tanto, es una mujer que sigue con toda la energía, y sin duda un ejemplo a seguir como profesional, como ser humano y como madre.