Don Raúl no se rinde y, motivado, recibe todos los días a sus clientes

Don Raúl es un hombre de 75 años que durante 21, se ha dedicado a lustrar zapatos en un conocido parque de la capital sonorense y se encuentra muy contento de haber regresado a sus labores.

HERMOSILLO, SON.- En una sombra del parque El Mundito, de Hermosillo, el señor Raúl Badilla ha permanecido 21 años lustrando el calzado de los transeúntes. Hace pocos días volvió a trabajar luego de estar cuatro meses en aislamiento domiciliario por la contingencia de covid-19.

“Ha sido muy difícil para toda la gente, yo no percibía ingresos. Antes de la contingencia tenía 10 clientes diarios, ahora tengo tres en un buen día. Poco a poco se dan cuenta que regresé y están volviendo conmigo”, comentó don Raúl.

El hombre de 75 años vive con su hermano en la colonia Jardines y han pasado un momento complicado por la crisis económica; no obstante, el señor se reactivó con todo el optimismo posible, esperando que las cosas mejoren.

“El pobre como quiera sale adelante, le busca y pasa las hambres a gusto, no pasa nada. Nacimos en cero y estamos acostumbrados a esforzarnos. Gracias a Dios he trabajado con mucha seriedad y comportamiento y eso hace que la gente venga”, señaló.

De las cosas que más extrañaba era la convivencia con las personas, platicar con quienes lo visitan, ya que en su casa no podía salir a charlar como lo hace en las calles del Centro, razón por la cual se siente muy motivado por regresar a las actividades.

“Muchos señores pensionados se dirigen conmigo, jefes y empleados de los negocios de aquí cerca quieren conversar aquí por el trato que les doy. Para mí es muy importante darle el lugar a los ciudadanos y dirigirme con respeto hacia todos”, subrayó el bolero.

Don Raúl instala su silla todos los días, de siete de la mañana a dos se la tarde, en la esquina de Horacio Soria y Morelia, para continuar sacándole brillo a los zapatos de la gente que pasa por el sitio, o bien, simplemente para hablar con quien se le acerque.

“Todas las personas que están laborando, y le gusta su actividad, está ahí y nunca falla. Es como el barrendero o los de Seguridad Pública, les gusta estar ahí. A mí esta labor me parece bien, por eso la ejerzo y regresé a ella”, narró Raúl Badilla.