Vaya, vaya, resulta que la ciencia de la 4T nomás no da el ancho...

VAYA, VAYA, resulta que la ciencia de la 4T nomás no da el ancho cuando se le necesita.

Para el discurso funciona muy bien, pero a la hora de la realidad, se pandea.

Eso quedó claro anoche en la conferencia de Salud, cuando se presentó el comparativo entre el famoso modelo matemático que refleja las proyecciones de contagios y hospitalizaciones que elaboró el Conacyt y el registro oficial de la realidad.

AL VER la disparidad total entre las gráficas, da la impresión de que el Gobierno consultó a astrólogos y no a científicos.

En el caso del Valle de México, por ejemplo, se ve claramente que la predicción era que para estas fechas estaría de salida la pandemia, pero lo cierto es que no va ni siquiera a la mitad.

A ESTO se le suma el fracaso de no haber cumplido con la entrega de los respiradores que prometió el Conacyt y que tanta falta hacían.

Parece que el método científico-ideológico de María Elena Álvarez-Buylla es libre de evidencia y funciona lejos de la realidad.

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TAL VEZ ahora que México ocupará por quinta vez un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU, el presidente Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores podrán entender que el universo no se inventó el 1 de diciembre de 2018 y, sobre todo, que el Estado debe operar sin tintes partidistas para lograr metas de largo plazo.

PORQUE la propuesta ante la ONU fue presentada por un gobierno panista en 2011, se trabajó diplomáticamente entre 2012 y 2018 en una administración priista y ahora el último empujón y la medalla le tocaron a la 4T.

¿Ya ven que no todo lo anterior debe destruirse?

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¿POR QUÉ el Presidente no conoce al Conapred?

Tal vez sea porque en México los días empiezan con el Presidente discriminando a quienes no piensan como él, acosando a sus críticos, descalificando a quienes le muestran la realidad.

El bullying mañanero es cosa de todos los días.

CUANDO el Presidente dice que no sabía que existía el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación está incurriendo en una de las variantes de la violencia de género: la invisibilización.

Esto al desconocer el trabajo de continuidad institucional que han hecho en su gobierno tanto Alexandra Haas como Mónica Maccise.

ADEMÁS el jefe del Ejecutivo exhibe su desprecio por la memoria de uno de los verdaderos pilares de la izquierda mexicana, Gilberto Rincón Gallardo, quien dedicó buena parte de su vida a hacer visibles la discriminación, el clasismo y el racismo que hacen necesaria la existencia del Conapred.

¿Y TODO para qué?

Para que Andrés Manuel López Obrador pudiera enfocar la fuerza de su preciada investidura en contra de un youtubero.

¡Vaya prioridades!