Varios ministros de la Suprema Corte están desconcertados

VARIOS MINISTROS de la Suprema Corte están desconcertados -algunos inclusive molestos- por el reciente fichaje que hizo Arturo Zaldívar. Resulta que contrató a Pedro Navarro Laflin como coordinador administrativo del canal de televisión Justicia TV.

A NAVARRO lo antecede su fama como responsable de la administración en la PGR del pasado sexenio, de lo cual el fiscal Alejandro Gertz Manero seguramente no dará buenas referencias. Y es que al ex oficial mayor se le achaca haber dejado a la actual FGR ahorcada con contratos de renta muy desventajosos, de edificios, para colmo, en pésimas condiciones. A eso hay que sumar, dicen, concesiones poco claras en materia de alimentos.

Y AUNQUE el propio Poder Judicial también ha tenido que apretarse el cinturón de la austeridad, Navarro Laflin llegó a un puesto chiquito con un salario enorme, pues sus ingresos brutos son de 130 mil pesos mensuales. ¡Qué tal!

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LO QUE ya nadie entiende son los nombramientos del gobierno federal para magistrados anticorrupción del Tribunal Federal de Justicia Administrativa. Resulta que los designados son dos funcionarios ligados a gobiernos anteriores tanto del PAN como del PRI; y la otra es una persona con nula experiencia en el tema.

LOS DOS primeros son Alfonso Pérez Daza y Eber Betanzos, quienes fueron parte del equipo de Arely Gómez. La tercera es Natalia Téllez, quien está dando el tremendo salto de ser secretaria proyectista en un tribunal colegiado en materia laboral a convertirse en magistrada de la Sala Superior. Bien raro.

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SI SE VENDIERAN copias de cada foto que se toman los empresarios en Palacio Nacional, tal vez así comenzaría a moverse la economía. Pero como eso no va a suceder, habrá que buscar otras opciones pues varios sectores están pasando del estancamiento a la desesperación.

POR EJEMPLO, las empresas de la construcción se preguntan cómo pretende el gobierno federal reactivar ese ramo de la economía... si todos los proyectos se los da al Ejército. Y no se trata sólo de las grandes obras como el aeródromo de Santa Lucía, sino también hospitales, escuelas y carreteras.

LO GRAVE del asunto, dicen, es que ni siquiera se puede competir contra las Fuerzas Armadas, pues los contratos se le dan a dedazo, sin licitación de por medio, de tal manera que la iniciativa privada tiene que conformarse con ver de lejos las obras.

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DAMN! Habrá que ponerle subtítulos en inglés a las conferencias mañaneras, porque clarito dijo Marcelo Ebrard que era inconveniente e innecesario que Estados Unidos declarara "terroristas" a los cárteles del narcotráfico... pero Donald Trump no entendió. ¿O será que no le importó mucho lo que tuviera que decir el gobierno mexicano? Es pregunta bilingüe.