¡Uyyy!...

¡UYYY! Alguien va a estar de malas cuando vea que la curva de su aprobación no sólo se aplanó, sino que se fue pa’abajo.

Pero más que preguntarle al espejito quién es el más bonito, el Presidente haría bien en asomarse al documento sobre la pandemia del Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM.

EL reconocido C3 es contundente:

“Decir que la pandemia en México se está controlando, o que la curva se está aplanando, o que ya pasamos lo peor, no solamente es mentira sino una irresponsabilidad mayúscula”.

El organismo que ha estudiado temas tan diversos y, obvio, complejos, como el cambio climático, la diabetes y la corrupción, esta vez señala incongruencias y limitaciones del gobierno desde el uso del cubrebocas hasta la aplicación del semáforo sanitario.

NO SE TRATA de echarle a perder a nadie el jolgorio de su enésimo informe de gobierno, pero la realidad es necia y la pandemia ahí sigue, aunque el gobierno no se quiera acordar de ella.

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SI NO ES corrupción, sin duda es su pariente.

En el polémico negocio de 4 mil millones de pesos que le dio Liconsa a Alejandro Puente hay un dato que pocos conocen.

Resulta que el empresario tiene una relación muuuy cercana, prácticamente familiar, con Manuel Lozano, director comercial de Segalmex.

Y NO ES mala leche, sino puro organigrama: entre sus funciones legales está elaborar el presupuesto de adquisiciones de Liconsa.

Así que es imposible que no supiera que estaba beneficiando a Puente.

Para colmo, estos contratos los firmó René Gavira Segreste, quien ya se sabe que dejó de ser director de Administración y Finanzas por manejos no muy claros en Segalmex.

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MÁS DE un prominente integrante de la 4T se mordió las uñas, al escuchar a su jefe presentar como villanos a quienes han recibido recursos del extranjero.

Al parecer Andrés Manuel López Obrador no sabe, por ejemplo, que Irma Eréndira Sandoval fue consultora de Open Society Foundations, sí la de George Soros; o que la política anticomida chatarra que promueve Hugo López-Gatell ha tenido un fuerte patrocinio, no sólo en México, de la Fundación Bloomberg.

¿O mejor de eso no hablamos?

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PARECE que la de San Lázaro ya no es la Mesa Directiva, sino la Mesa Divertida, dado el show del PT y el PRI por encabezarla.

El diputado Gerardo Fernández Noroña está tan obsesionado con presidir la Cámara que, supuestamente, hoy anunciará la compra, ¡perdón!, el fichaje de más legisladores para tratar de ganarle al PRI.

SIN EMBARGO, ya salió René Juárez acompañado de Alejandro Moreno a decir que van por la presidencia y harán “lo que tengan que hacer”.

Y viniendo de un priista, esa frase no presagia nada bueno... excepto si la opción es Fernández Noroña como titular del Legislativo.