Suene y suene estuvieron ayer los teléfonos y chats de varios gobernadores...

SUENE Y SUENE estuvieron ayer los teléfonos y chats de varios gobernadores, que comentaban entre ellos su preocupación porque hoy el Presidente les llegue a la reunión de Conago con una manzana fiscal envenenada.

EN LA AGENDA del encuentro que se llevará a cabo en San Luis Potosí, uno de los puntos principales es, precisamente, la exigencia de la mayoría de los mandatarios para que se replantee el Pacto Fiscal con la Federación.

Todo indica que Andrés Manuel López Obrador les podría decir que sí, pero con condiciones muy difíciles de cumplir.

LA PREVISIÓN entre los gobernadores es que el Presidente les ofrecería un nuevo pacto fiscal, sí, pero a cambio de que ellos hagan la reforma fiscal que el Gobierno federal no quiere hacer.

Es decir, que sean los gobiernos estatales los que carguen con el costo político de aumentar o crear impuestos a nivel local y acosar en sus terruños a los contribuyentes ya de por sí vapuleados por el SAT.

MÁS QUE enchiladas potosinas, tal vez el gobernador anfitrión, Juan Manuel Carreras, debería servirles a sus colegas un buen antiácido.

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A VER, en serio: ¿quién fue el chistoso que le hizo pasar tremendo oso al presidente López Obrador en su mañanera?

Más de uno se quedó con cara de sorpresa cuando el jefe del Ejecutivo amenazó con su dedo flamígero que le sería cancelada la concesión a la empresa que controla el puerto de Veracruz.

EN SU ARREBATO, el Presidente denunció que la empresa fue creada, obvio, durante el gobierno de Carlos Salinas y en 2018, con Enrique Peña, recibió una ampliación de su contrato, de tal manera que se extenderá por más de 100 años, malditos neoliberales.

Y TODO es cierto, nomás que hay un pequeeeño detalle: dicha empresa no es privada, sino del propio Gobierno.

Se trata de la Administración Portuaria Integral de Veracruz, una de las 30 API que operan 60 puertos y 17 terminales y que son todas empresas estatales, salvo la de Acapulco.

Es decir, López Obrador pretender nacionalizar… los bienes nacionales.

Con esos asesores, ¡¿quién necesita enemigos?!

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CON PREOCUPACIÓN cayó en la iniciativa privada la noticia de que ahora la Cofepris estará bajo las órdenes de Hugo López-Gatell.

Y es que más allá de su triste papel ante la pandemia, el subsecretario se ha mostrado francamente contrario a varios sectores industriales, como lo revela el hecho de que ha estado cabildeando para que en los estados se aprueben leyes contra alimentos procesados.

Y ahora tendrá mano sobre insumos para la industria agrícola, la farmacéutica, la alimentaria…

Están viendo que el niño es risueño ¡y le hacen cosquillas con más poder!