SI algo ha sido constante en México durante los últimos 50 años

#TemploMayor SI ALGO ha sido constante en México durante los últimos 50 años, es la recurrencia de las crisis económicas.

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SI ALGO ha sido constante en México durante los últimos 50 años, es la recurrencia de las crisis económicas. Y a pesar de la variedad e intensidad de esas crisis, la de 2020 pinta para convertirse en la peor de todas.

PRIMERO, por una situación externa que combina factores del derrumbe petrolero de 1979, del colapso financiero de 2008 y una versión más grave de la epidemia de influenza del 2009.

Y SEGUNDO -y sobre todo- por una conjunción de factores internos que replican los riesgos de las devaluaciones de los 70 y los 80, decisiones del gobierno que podrían ser tan o más graves que el “error de diciembre” de 1994 y cifras de violencia que superan a las de la “guerra contra el narco” de los 2000.

A ESO se suma la incipiente rebeldía de gobernadores cuestionando el Pacto Federal, empresarios que quieren suspender el pago de impuestos y hasta conflictos con organismos internacionales como la OPEPpor los desplantes

del gobierno mexicano...

más lo que se acumule. La “Tormenta Perfecta”, pues.

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UNA COSA es segura: cuando pase la pandemia, a nivel personal, nadie será la misma persona. A nivel social y político, ¿México podrá seguir siendo el mismo?

LA PREGUNTA viene al caso porque la actitud del gobierno federal ante la crisis ha orillado a algunos gobernadores a pensar -en voz alta- la posibilidad de replantear el Pacto Federal.

Y TODO porque Andrés Manuel López Obrador desde el inicio de su sexenio, no solamente con el coronavirus, ha

insistido en dar trato diferenciado entre los estados en cuanto a apoyos, programas, seguridad y, por supuesto, participaciones fiscales.

A ESO se suma un creciente centralismo, al más viejo estilo presidencialista, que muchas veces pasa por encima de la soberanía de los estados y hasta del mandato constitucional de los gobernadores.

NO VAYA a ser que la llamada Cuarta Transformaciónse convierta en la segunda ruptura de la República Mexicana y que las repúblicas del Noreste, del Bajío y de Yucatán dejen de ser el sueño guajiro de unos cuantos.

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CON ESO de que el gobierno federal no les quiere echar ni un lazo para salvarlos de la crisis, hay quienes se preguntan si los pequeños y medianos empresarios deberían seguir el ejemplo del Presidente... ¡y hacer una “consulta”!

ES DECIR, juntar a todos los empleados de la empresa y, a mano alzada, preguntarles qué prefieren ante la caída en las ventas: que se pague la nómina o que se le paguen impuestos al gobierno. Sin duda los resultados serían interesantes y democráticos, ¿no?