Seguramente Rocío Nahle y Octavio Romero llevarán a San Lázaro una canasta con viandas…
SEGURAMENTE Rocío Nahle y Octavio Romero Oropeza llevarán a San Lázaro una canasta con viandas y un mantel de cuadritos rojos y blancos, pues su esperada comparecencia será en realidad un simple día de campo.
AL ECHAR MANO de su aplanadora, Morena logró poner a salvo a los funcionarios, al grado de que Carlos Urzúa ni siquiera tendrá que ir como se había previsto.
Además, el formato está diseñado para cuidar a Nahle y Romero, a diferencia de lo que fue hace algunos meses, por ejemplo, el fusilamiento, perdón, la comparecencia de Rosario Robles.
LOS FUNCIONARIOS apenas estarán dos horas ante los legisladores, cada partido político sólo podrá hacerles ¡una pregunta! y una vez que respondan, sólo habrá una contrarréplica.
Al rato les van a pedir que comparezcan... ¡por Skype!
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¡AH, CARAY! Ahora resulta que las cifras oficiales de Pemex desmienten lo que había dicho... ¡el presidente de la República!
DESDE QUE asumió el poder, en sus madrugadores soliloquios, Andrés Manuel López Obrador insistió una y otra vez en que el robo de combustible era mucho más grave y cuantioso desde dentro de la petrolera, que por parte de los huachicoleros que ordeñan los ductos.
LOS “DE ARRIBA”, decía el mandatario, son los que más roban, porque el pueblo es bueno y cuando roba, pues, es por necesidad.
Pero ayer Octavio Romero Oropeza reveló que no es así.
DE ACUERDO con las gráficas que el director de Pemex presentó en Palacio Nacional, el robo a través de los ductos ha venido aumentando en los últimos cinco años hasta ¡triplicarse!
En cambio el hurto desde las instalaciones de la empresa se redujo a más de la mitad en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
¿SERÁ QUE a López Obrador no le pasan la información correcta a tiempo o que no le interesa que su discurso empate con la realidad?
Es pregunta.
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POR INCREÍBLE que parezca, en el gobierno federal siguen con la idea de declarar al ex panista Guillermo Padrés como “preso político” y otorgarle así su ansiada libertad.
HACE APENAS unos días el ex gobernador de Sonora recibió en la cárcel la visita de un enviado de la Secretaría de Gobernación para revisar su caso y definir o no si se le da el estatus de preso político.
Padrés es un político preso por delitos de lavado de dinero, delincuencia organizada (en ambos ya consiguió un amparo) y defraudación fiscal, que es el que lo mantiene tras las rejas.
HABRÁ QUE VER si finalmente Olga Sánchez Cordero decide concederle la gracia a Padrés, con todo y que en Sonora lo acusan de haber dejado un quebranto por 32 mil millones de pesos.
