Olvídense de la Doctrina Estrada

OLVÍDENSE de la Doctrina Estrada.

En tiempos de la 4T la política exterior se rige por la Doctrina Cualeco que consiste en que el Presidente emita opiniones sobre asuntos internacionales... ¡Cuando le conviene!

SI SE TRATA de apapachar a Evo Morales e incluso para confrontarse con el actual gobierno de Bolivia, Andrés Manuel López Obrador ha usado su conferencia mañanera para darse vuelo.

LO MISMO para comentar sobre el manazo que le propinó el Papa Francisco a una fiel que se pasó de entusiasta y la posterior disculpa del Pontífice quien, para el gobierno de México, no es un líder religioso sino un jefe de Estado.

INCLUSO, ahora que le preguntaron sobre qué debería de hacerse con el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, AMLO opinó que debe ser liberado, cuando se trata de un asunto que estrictamente le compete al gobierno del Reino Unido.

PEEEROOO que no le traten asuntos escabrosos como el ataque de Estados Unidos en Iraq en el que murió un jefe militar de Irán porque ahí sí se le cansa el ganso y dice que no se puede pronunciar porque la Constitución no se lo permite.

Bien raro, de verdad.

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QUIENES tienen buena memoria recuerdan que en 2006 académicos, consultores y empresas elaboraron el documento “Visión México 2020” que ponía objetivos claros y medibles en materia de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

PASÓ EL TIEMPO, llegamos al 2020 y, si revisamos ese ejercicio, nomás no hemos cumplido con lo que se visualizó entonces.

Lejos estamos de ser una “República totalmente conectada mediante el uso de TIC alrededor del ciudadano”, ni tenemos una “fuerza laboral que esté entre las 20 más productivas del mundo”.

NI QUÉ DECIR de lograr “un país que se ubique dentro de las 20 economías más competitivas del mundo”.

En el 2006 estábamos en el sitio 31 y cerramos el 2019 en el escalafón -gulp- 49.

A ver si para el 2040.

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NO VAYAN a mencionar esto delante de los secretarios federales porque se les va a atragantar la Rosca de Reyes, pero en Palacio Nacional se dice que ahora sí habrá cambios en el gabinete de Andrés Manuel López Obrador.

SEGÚN ESTO, tan pronto como la próxima semana vendrán relevos que ya se antojaban necesarios en varias dependencias pues sus titulares nomás no dieron el ancho.

YA SE VERÁ si en esos ajustes se privilegia a los perfiles más adecuados para cada cargo, o si la vara para medir seguirá siendo la del 90% de afinidad y 10% de experiencia... ¿o cómo era?