Aquí hay algo que no cuadra...
AQUÍ hay algo que no cuadra: Donald Trump no entiende de palabras, mucho menos de razones; pero el gobierno de Andrés Manuel López Obrador insiste en dialogar con un Presidente que no le hace caso ni a sus propios consejeros porque, ¡ups!, él también tiene otros datos.
EN ESE SENTIDO, no debería ser tan complicado para el mandatario mexicano entender la manera de pensar de un Presidente que desdeña las evidencias científicas, que no cree en los estudios académicos, que desoye las explicaciones de los expertos y que, claro, asume que las cosas sólo pueden ser como él las quiere.
SIN DUDA en Palacio Nacional tienen gente muy preparada en el fino arte de darle la razón en todo a un Presidente que ve en sí mismo humildemente la personificación de una nueva era, porque obviamente no está de florero. ¡Ah, qué Donald!
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HABRÁ que incluir en la lista de especies en extinción al director ejecutivo de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente, pues con la llegada de Víctor Toledo a la Semarnat se da por un hecho su salida.
UNOS DICEN que Luis Vera nomás no comulga con la visión radical del nuevo secretario de Medio Ambiente, por lo que habría decidido hacerse a un lado. Sin embargo, otros afirman que, en realidad, el funcionario anda preocupado por ciertas acusaciones en su contra.
UNO DE esos expedientes tiene que ver con un contrato por 4.3 millones de pesos que Pemex le asignó el año pasado a una consultoría cercana a Vera. A eso se suman los señalamientos por supuesta corrupción en su contra de parte del gobernador tabasqueño, Adán Augusto López.
PERO CON ESO de que la ASEA se ha negado a emitir los permisos de impacto ambiental para la refinería de Dos Elefantes Blancos, perdón, de Dos Bocas, y que a este gobierno no le gustan los órganos reguladores... habrá que tomar con muuucha reserva lo que se diga sobre Vera.
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UNA DE las lecciones que arrojó el proceso electoral del domingo es que para ganar siguen siendo necesarias las tres eses de las que hablaban los viejos panistas: suela, saliva y sudor. Ahí está por ejemplo el caso de los dirigentes del PAN, Marko Cortés, y de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, que anduvieron del “tingo al tango” en cada estado que tuvo comicios. En cambio, a la presidenta del PRI, Claudia Ruiz Massieu, nomás no se le vio. Los resultados ahí están: el PAN (pese a haber perdido dos gubernaturas) y MC están encontrando la manera de reconstruirse y el PRI cayó todavía un poco más abajo.