A los graves daños que dejó “Hanna” en Nuevo León y Tamaulipas...
#TemploMayor A los graves daños que dejó “Hanna” en Nuevo León y Tamaulipas, todavía falta agregar los terribles daños que provocan las malas decisiones de las autoridades...
A LOS GRAVES daños que dejó “Hanna” en Nuevo León y Tamaulipas, todavía falta agregar los terribles daños que provocan las malas decisiones de las autoridades.
RESULTA que el gobernador Jaime Rodríguez no fue capaz de lanzar medidas preventivas ante la catástrofe que se acercaba a su estado y, literal, reaccionó cuando ya tenía el agua hasta el cuello.
El viernes ya se sabía que el huracán pegaría de lleno en el estado, pero “El Bronco” prefirió irse a la reunión de gobernadores en Guanajuato.
COMO presidente del Consejo de Protección Civil tendría que haber hecho una declaratoria de emergencia para advertir sobre los riesgos y las acciones a seguir por la llegada de “Hanna”... pero prefirió andar en la grilla.
Para complementar el desastre, todo indica que el gobierno federal no pondrá ni un peso del Fonden para atender las inundaciones... tal y como les pasó a Quintana Roo y Yucatán que siguen esperando apoyos tras el paso de “Cristóbal”.
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TAN LOCUAZ que suele ser, a ver si John Ackerman no se queda afónico cuando se entere de la denuncia que presentaron en su contra tres estudiantes de la UNAM.
Los consejeros universitarios le pidieron al rector Enrique Graue que se abra un procedimiento en el Tribunal de la máxima casa de estudios contra el esposo de Irma Eréndira Sandoval.
LO ACUSAN de violar las leyes universitarias al utilizar sus recursos e instalaciones con fines políticos y no académicos.
Y es que para nadie es secreto que a Ackerman le inventaron hace un año el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad, el cual utiliza como extensión de Morena y, ooobviamente, para su lucimiento personal.
LO QUE nadie sabía porque el dato casualmente no aparece en el presupuesto de la UNAM, es que Ackerman dispone, cuando menos, de 10 millones de pesos al año para su juguete, de acuerdo con la denuncia.
Vaya dilema en el que acaban de meter a Graue, que tanto ha cuidado caerle bien a la 4T.
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EL PRESIDENTE no quiere que se hable de la pandemia que no cede y que ya casi llega a los 400 mil contagiados.
No quiere hablar de la guerra del narco que es real y se libra en los poblados de Michoacán, las carreteras de Tamaulipas, la vida de Guanajuato y hasta en las calles de la Ciudad de México.
No quiere hablar de la caída de la economía que podría llegar hasta a ¡menos 20%! ¿De qué quiere hablar entonces el mandatario?
De un avión y de lo grave que fue llamarlo “José María Morelos”.
Da la impresión de que Andrés Manuel López Obrador ya quiere controlar hasta los sentimientos de la Nación.
