Un viaje incómodo e inoportuno
Un viaje incómodo e inoportuno, escribe @SGarciaSoto en #SerpientesYEscaleras.
Tanto se tardó Andrés Manuel López Obrador para decidirse a realizar su primer viaje como Presidente a los Estados Unidos y la que también será su primera salida al extranjero, que ahora que al fin se decidió su salida está levantando polémica dentro y fuera del país.
Los cuestionamientos al momento en el que el Presidente mexicano arribará por primera vez a la Casa Blanca para encontrarse con Donald Trump han surgido lo mismo de la campaña del candidato demócrata a la presidencia estadounidense, Joe Biden, que del Congreso mexicano en voz del diputado oficialista Porfirio Muñoz Ledo y hasta de organizaciones de mexicanos que viven en los Estados Unidos.
Todos coinciden en calificar la visita de López Obrador como “inoportuna” porque tendrá lugar justo en el arranque de la contienda presidencial en la que su anfitrión en la Casa Blanca, el presidente Trump, es un competidor que además arranca con casi 20 puntos de desventaja y está urgido de cualquier cosa que le ayude a levantar su campaña reeleccionista.
Y aunque el mandatario de México insiste en que él no va a Washington a apoyar a ningún candidato ni a meterse en asuntos de la política estadounidense, sino a participar en el arranque del TMEC que se inicia formalmente este 1 de julio, la realidad es que una imagen suya al lado del candidato republicano tendrá, por más que no se quiera, una lectura política y electoral en el ambiente electoral que ya vive Estados Unidos.
“Va a ser una reunión política, en el buen sentido de lo que es la política. Voy a un viaje que tiene que ver con mis facultades que me otorga la Constitución Política de México”, dijo ayer lunes el Presidente al defender su viaje a la capital estadounidense.
“¿Pero reconoce que será percibida de manera electoral?”, le preguntaron los reporteros.
“Sí, pero nosotros tenemos una tradición de política exterior de no intervención, de autodeterminación de los pueblos, de cooperación para el desarrollo, yo me tengo que ajustar a eso, no soy igual que otros, yo voy a representar a México en un asunto que considero fundamental para el desarrollo de la economía”, respondió López Obrador quien dijo no tener “problemas de conciencia” porque a diferencia de sus antecesores, “no soy un vendepatrias”.
Lamentablemente no todos ven este viaje con la óptica del presidente mexicano.
“Esta visita (que podría llevarse a cabo entre el 4 y 6 de julio para evitar a los demócratas) es un esfuerzo para distraer de las fallas que ambos líderes han tenido en responder a la pandemia del coronavirus”, expresó Juan S. González, exasesor del candidato Joe Biden para América Latina, quien criticó que López Obrador vaya a Estados Unidos cuatro meses antes de las elecciones presidenciales en ese país, en donde uno de los candidatos es precisamente Biden y también lamentó que el expresidente Enrique Peña Nieto recibiera a Trump durante la campaña presidencial en Estados Unidos de 2016.
También aquí en el país y en su propio partido, Morena, hay quienes califican de “inoportuno” su primer viaje a Estados Unidos.
“Distintas vertientes de opinión coinciden en lo inoportuno del viaje del Presidente a Washington, cuando Trump es repudiado mundialmente por su maniaco racismo contra los afroamericanos, pero también contra los nuestros”, escribió el viernes pasado el diputado Porfirio Muñoz Ledo en su cuenta de Twitter.
“La entrada en vigor del TMEC parece un pretexto, ya que es difícil que el canadiense Trudeau asista”, agregó el legislador morenista quien citó a “algunos embajadores, como Agustín Gutiérrez Canet (tío de Beatriz Gutiérrez Müller) lo consideran ‘un error histórico’ que exhibe las prisas futuristas en los dos lados de la frontera”.
Los mexicanos que viven en Estados Unidos y que apoyaron en campaña a López Obrador, también ven riesgoso que el mandatario mexicano vaya justo ahora a Washington.
“Actualmente existen 32 millones de votantes latinos que podrían definir la elección de noviembre. La presencia de López Obrador en Washington podría inclinar algunos de esos votantes en favor de Donald Trump”, expusieron varias organizaciones de connacionales radicados en el vecino país en una carta que le mandaron al canciller mexicano Marcelo Ebrard.
“Le exhortamos a posponer la visita del Presidente hasta después de noviembre cuando exista un presidente electo y tenga la oportunidad de dirigirse al Congreso estadounidense, como corresponde a un Jefe de Estado”, dijeron organismos como la Red de Poblanos en Nueva York, el Frente Indígena Binacional, la Unión Cívica 1 de Mayo y el Frente de Inmigrantes Chicago, entre otras.
Pero contra todas esas opiniones, López Obrador ha dicho que irá a la Casa Blanca “a pesar de los riesgos” porque él no es un “vendepatria” y el arranque del TMEC es fundamental para iniciar la recuperación económica después de la crisis del Covid-19, además de que quiere agradecerle a Donald Trump “lo bueno que ha sido con México”.
Veremos, pues, cómo cae y cómo se interpreta, en el agitado ambiente político estadounidense, una fotografía en estos momentos de Donald Trump y López Obrador dándose la mano.
Ya hubo un presidente que se equivocó al reunirse con Trump en plena campaña y el error le costó mucho a Enrique Peña Nieto y al mismo país por el enojo de los demócratas.
Esperemos que no haya un segundo presidente que, queriendo o no, cometa el mismo error.