Murillo en la cárcel; van por más peñistas

"Murillo en la cárcel; van por más peñistas", escribe Salvador García Soto en #SerpientesyEscaleras.

La detención del exprocurador General de la República, Jesús Murillo Karam, acusado de delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de la justicia por el caso Ayotzinapa, sería la primera de varias acusaciones contra integrantes del gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto que estuvieron relacionados con las investigaciones del caso de los 43 normalistas ocurrida el 26 de septiembre de 2014. De entrada, los subprocuradores de la PGR que llevaron este expediente, ya tienen también orden de aprehensión e incluso se habla de que podrían también ser detenidos al menos dos exsecretarios de Estado del sexenio pasado que tuvieron relación con este caso.

La orden de aprehensión librada por un juez federal y solicitada por la Fiscalía General de la República en contra del extitular de la PGR, autor de la llamada "verdad histórica", es parte de lo que anunció el jueves pasado el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, al presentar las conclusiones y hallazgos a los que llegó la Comisión de la Verdad para el Caso Ayotzinapa, derivado de las cuales se presentaron ante la FGR varias denuncias penales en contra de exfuncionarios no sólo de la extinta procuraduría, sino del gabinete peñista e incluso se habla de posibles acusaciones también contra integrantes del Gobierno de Guerrero que encabezaba en el momento de los hechos el exgobernador Ángel Aguirre Rivero.

Lo primero que llamó la atención en la detención de Murillo Karam fue la tranquilidad con la que el exprocurador, prácticamente se entregó al salir de su casa a los agentes del Ministerio Público Federal que acudieron acompañados de elementos de élite de la Secretaría de Marina. El también exgobernador de Hidalgo nunca opuso resistencia y de acuerdo con fotografías que circularon ayer del momento de la detención, ocurrida a las 3:30 en su domicilio de Montañas Calizas 414, Lomas de Chapultepec, subió por su propia voluntad y sin ser esposado en ningún momento a la camioneta en la que lo trasladaron al Reclusorio Norte en donde fue presentado ante el juzgado que llevará su caso.

Antes que lo informara oficialmente la Fiscalía General de la República en un comunicado, una filtración al diario La Jornada incendió las redes sociales por tratarse del primer exprocurador de la República que es acusado y detenido por delitos graves. Apenas unos minutos después de que la FGR confirmara la detención a través de un comunicado, funcionarios del Gobierno federal, como el vocero presidencial Jesús Ramírez Cuevas y el director del Sistema Público de Radiodifusión, Jenaro Villamil, comenzaron a subir mensajes a las redes sociales comentando la detención: "Confirma la FGR la detención de Jesús Murillo Karam, exprocurador general de la República en el gobierno de EPN. Artífice de la 'verdad histórica' de Ayotzinapa y célebre por su frase desafortunada #YaMeCansé. Se rompe el pacto de silencio", dijo Villamil.

En tanto el coordinador de Comunicación Social de la Presidencia, Jesús Ramírez, no sólo comentó que "La FGR y la Semar han cumplido la orden de aprehensión contra Jesús 'M', quien fuera Procurador General de la República, por los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de la Justicia, en el Caso Ayotzinapa", sino que además informó, aún antes de que lo hiciera la FGR de manera oficial, que "Éste será remitido al Reclusorio Norte". A la ola de tweets se sumó el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, quien comentó en su cuenta que "La 'Verdad Histórica' y el #YaMeCansé quedarán en el basurero de la historia al igual que el sexenio de Peña Nieto".

Así, mientras los sectores más radicales y duros de la 4T festejaban la detención y le daban interpretaciones grandilocuentes, entre los grupos más moderados, pero sobre todo entre los juristas y abogados, incluso algunos ministros de la Suprema Corte, se comentaba en corto que las acusaciones en contra de Murillo Karam "se ven endebles" y que "serían muy difíciles de probar en un juicio penal", sobre todo las imputaciones de desaparición forzada y tortura que tendrían que demostrar que el exprocurador participó directamente o dio la orden para que se cometieran estos delitos de lesa humanidad. "El único delito que le podrían probar sería contra la administración de la justicia, pero sus 80 años de edad serían un atenuante para que permaneciera en prisión", comentó ayer a esta columna un abogado relacionado con el caso Ayotzinapa.


YA ESPERABA SU DETENCIÓN

Por lo pronto, anoche a esta columna llegó una versión directa de familiares cercanos del exprocurador Jesús Murillo Karam, quienes nos afirman que "don Jesús sabía desde hace tiempo que iban a acusarlo y detenerlo" y su afirmación se basa en que, hace casi un año, el político hidalguense convocó a todos sus hijos a su casa en Las Lomas y ahí les pidió que estuvieran "preparados" porque sabía que "en Palacio Nacional ya habían tomado la decisión de acusarlo y encarcelarlo" como una forma de justificar sus nuevas investigaciones y tratar de calmar la inconformidad de los padres de los 43 normalistas con este gobierno ante la falta de resultados en el compromiso presidencial de revelarles el paradero de sus hijos y los culpables y móviles de su desaparición y asesinato.

Encinas cumplió al final con el encargo que le hizo el presidente López Obrador, quien le pidió nombres y cabezas para calmar la ira de los padres y evitar que se rebelarán contra su gobierno. Para eso pusieron al subsecretario al frente de la Comisión de la Verdad y el jueves en su informe final él habló claramente de "33 personas" que fueron señaladas y acusadas por dicha comisión ante la FGR.

Ayer cayó el primero ¿Quiénes serán los otros 32? Parece que habrá varios nombres de peso completo en el gobierno anterior y posiblemente hasta del Ejército. "Salvo Peña Nieto, para abajo todos", nos insistía ayer una fuente cercana a Palacio Nacional.