Caso Salinas Pliego: ¿el nuevo desafuero?
"Caso Salinas Pliego: ¿el nuevo desafuero?", escribe Salvador García Soto en #SerpientesyEscaleras
A poco más de 20 años del desafuero del entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal y expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la historia parece repetirse ahora con la cacería política, fiscal y jurídica que ha emprendido el Gobierno federal en contra del empresario Ricardo Salinas Pliego.
Y aunque son casos distintos por la materia jurídica que en el caso de López Obrador en 2005 era una acusación de "desacato a un fallo definitivo del Poder Judicial", mientras ahora es un tema fiscal en el que se acusa de no pagar a Salinas Pliego, en el fondo de ambos asuntos aparecen las intenciones políticas.
Porque, en su momento, el gobierno de Vicente Fox aprovechó el caso judicial para descarrilar lo que ya era una candidatura presidencial anunciada del entonces gobernante capitalino, mientras que ahora el gobierno de Claudia Sheinbaum también intenta descarrilar, con un caso fiscal como argumento, el proyecto presidencial del dueño del Grupo Salinas.
Y es que, si se analizan los argumentos esgrimidos por el entonces presidente Fox y sus colaboradores más cercanos y se les compara con lo que hoy dicen Sheinbaum y su equipo sobre los casos fiscales de Salinas Pliego, se encuentran, curiosamente, varias similitudes entre lo que se decía hace 20 años, para justificar el intento de desafuero de AMLO, con lo que hoy se dice para buscar que la Suprema Corte falle en contra del empresario.
Por ejemplo, cuando la presidenta Sheinbaum declara, como lo hizo la semana pasada, que el conflicto con Grupo Salinas "no es político, es jurídico y de impuestos, no tiene nada que ver con la política", resulta imposible no acordarse del que fuera secretario de Gobernación en el sexenio foxista, Santiago Creel Miranda, quien no dejaba de repetir que lo del desafuero de AMLO "no se trata de política, se trata de aplicar la ley a todos por igual".
Y cuando la Presidenta insiste en que "es un tema técnico", parece que se escucha al que hace 20 años era el vocero de la Presidencia, Rubén Aguilar, quien repetía hasta la náusea que el desafuero era "un asunto técnico y jurídico que corresponde a otras instancias".
Hoy, cada que se refieren en la mañanera, ya sea la Presidenta o cualquiera de sus colaboradores que ha llevado a comentar el caso de Salinas Pliego, han insistido que "nada ni nadie por encima de la ley", argumento que también usaban a diestra y siniestra el expresidente Fox y su equipo para justificar su intención de desaforar al entonces Jefe de Gobierno del DF.
Si uno analiza las declaraciones de Grisel Galeano, hoy procuradora Fiscal de la Federación, no sólo le negó a Grupo Salinas su derecho de petición, sino que además instruyó al SAT a esperar la resolución de la SCJN, exactamente lo mismo que cuando Rubén Aguilar, en 2005, aseguraba que "el caso del señor López está en el ámbito del Poder Judicial" cuando era evidente la presión y operación desde Los Pinos por instrucción de Fox.
Toda proporción guardada, hoy está más que claro que el modus operandi del Gobierno federal contra Salinas Pliego es el mismo del que, según la narrativa del movimiento lopezobradorista, fue víctima el líder moral de quienes hoy ostentan el poder, aunque con una salvedad que no es algo menor: a diferencia de 2005, cuando aún existía el concepto constitucional de la independencia del Poder Judicial, hoy es inocultable que la 4T controla y le dicta línea al Poder Judicial de la Federación para que resuelva como mejor convenga a los intereses del gobierno.
Más de 230 menciones y/o referencias a Salinas Pliego y sus empresas en las mañaneras de López Obrador y de Sheinbaum confirman que este es un asunto político y prioritario para la 4T. Y por si quedan dudas, hay una frase de la presidenta Sheinbaum en su conferencia matutina de la semana pasada que confirma la "línea" hacia los ministros de la Corte que definirán los más de ocho amparos de Salinas Pliego: "Más allá de los comentarios en este sentido que podamos hacer, tiene que pagar y la SCJN va a tomar su decisión".
Así que, como bien dicen los historiadores, la historia siempre es cíclica y a veces se repite. Como en aquel desafuero de 2005 siempre estuvo clara la intención política del presidente Fox que terminó siendo un grave error que potenció y elevó aún más la candidatura presidencial de López Obrador, hoy no queda duda de que las pesquisas y todo el aparato fiscal y judicial que se ha echado a andar contra Salinas Pliego es una decisión política y no técnica, por más que en Palacio Nacional intenten negarlo.
El objetivo, hoy como hace 20 años, es exactamente el mismo: descarrilar una eventual candidatura a la Presidencia de Salinas Pliego. Y así, ante la mirada de todos, avanza un nuevo desafuero: el desafuero fiscal de Salinas Pliego… Los dados insisten en la Serpiente, pero cayó la primera Escalera de la semana.

