Los ministros, un sobrino y la elección de la Corte
Los ministros, un sobrino y la elección de la Corte, escribe Salvador García Soto en #SerpientesYEscaleras
La Suprema Corte de Justicia de la Nación vive, al igual que la República, una sucesión adelantada. A pesar de que la presidencia del ministro Arturo Zaldívar concluye hasta el 31 de diciembre, desde finales del 2021 ya comenzaron los cabildeos, el proselitismo y las presiones para reunir la mayoría de votos que permitan elegir al nuevo presidente de la Corte, que encabezará al Poder Judicial de la Federación a partir de 2023.
La disputa al interior de la Corte es entre dos bandos bien identificados: los ministros que están a favor de la 4T y que buscan elegir a un presidente o presidenta afín al presidente López Obrador y a su proyecto de "transformación", y el bloque "anti 4T" que buscaría llevar a la presidencia de la SCJN a un presidente que reivindique la autonomía y soberanía del Poder Judicial.
En el primer bloque de los ministros que votarían a favor de un presidente cercano a Palacio Nacional se ubican el presidente saliente, Zaldívar Lelo de Larrea, la ministra Yasmín Esquivel Mossa, la nueva ministra Loreta Ortiz, el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y ministro Juan Luis González Alcántara. Del otro lado, el grupo que buscaría una presidencia más autónoma en la Corte están Javier Laynez Potisek, Jorge Pardo Rebolledo, Luis María Aguilar, Alberto Pérez Dayán, Norma Lucía Piña. Y en medio de los dos bloques, y quien puede ser el voto decisivo para la mayoría que elija al nuevo presidente de la Corte, se ubica la ministra Margarita Ríos Farjat.
De un lado, los posibles candidatos al bloque “pro4T” pueden ser Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Yasmín Esquivel Mossa y Juan Luis González Alcántara, cualquiera de ellos impulsado y apoyado por el presidente saliente Arturo Zaldívar, quien opera y cabildea su propia sucesión a favor del proyecto político lopezobradorista. En el otro bloque, el candidato de consenso es Javier Laynez Potisek, a quien impulsan no sólo los ministros que no se alinean a Palacio, sino también los enemigos declarados de Zaldívar como el expresidente de la Corte, Luis María Aguilar.
En el ambiente de sucesión anticipada que ya vive la Suprema Corte, se habla de presiones directas y fuertes a un ministro para que confirme su voto a favor del bloque "pro4T" a cambio de "resolver" la situación jurídica de un sobrino muy querido del ministro que hoy está en problemas legales. En el otro caso, el de la ministra que puede convertirse en el fiel de la balanza, también habrá fuertes presiones para que su voto se decante, llegado el momento, a favor de la opción más afín al lopezobradorismo. Esos dos votos, el tío de un abogado que tiene citatorio judicial para declarar y el de la ministra independiente, serían los que definan el nombre del próximo presidente o presidenta de la SCJN y la orientación que tomará la máxima instancia judicial en los próximos 4 años, incluidos los dos últimos del sexenio de López Obrador.
Para que quede totalmente claro: en la elección de la nueva presidenta o presidente de la Corte lo que se define no es sólo el nombre del o la jurista que dirigirá los destinos del Poder Judicial federal, incluido el Consejo de la Judicatura, sino también si quien encabece al máximo tribunal constitucional del país será completamente autónomo para reivindicar la independencia de uno de los tres poderes del Estado Mexicano o si esa independencia se somete al Poder Ejecutivo y acomoda sus fallos a los intereses del proyecto político en turno. Los dados mandan Escalera Doble. Buen tiro.