La tentación del control total

La tentación del control total, escribe Salvador García Soto en #SerpientesYEscaleras

En momentos en que los estados están pidiendo discutir un nuevo pacto fiscal para modificar el reparto de los recursos federales, porque denuncian concentración excesiva del gobierno federal y reparto inequitativo a las entidades, el presidente López Obrador busca tener un control total sobre los recursos del presupuesto federal y propone modificar las leyes presupuestarias para que su gobierno tenga facultades extraordinarias para reasignar y reorientar el gasto federal sin tener que pedir autorización de la Cámara de Diputados, en casos de una "emergencia económica" como la que ya enfrenta en estos momentos el país por el coronavirus.

Es decir que, lejos de estar escuchando los reclamos de varios gobernadores que le piden reuniones urgentes para que la Federación apoye a sus estados con recursos extraordinarios para enfrentar la pandemia, y que le proponen discutir a futuro un nuevo Convenio de Coordinación Fiscal para la República, López Obrador está pensando en la manera de hacerse de facultades legales y constitucionales que nunca tuvo ningún presidente mexicano en la historia y manda una iniciativa a la sumisa mayoría de Morena en la Cámara de Diputados para que en el periodo de "emergencia económica" -es decir por lo menos lo que resta de este 2020 y posiblemente el próximo año- él y sólo él decida en qué se debe gastar el dinero público y cuáles son los "proyectos prioritarios".

La iniciativa presidencial que propone reformar el artículo 21 Ter. de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria para que el Ejecutivo pueda modificar y reorientar el presupuesto de egresos en caso de crisis o emergencia económica como la que ya enfrentamos por el Covid, ha encendido los focos rojos de la oposición, que denuncia con esa propuesta de ley, desde un "intento de alterar el equilibrio de Poderes", hasta la "eliminación de los contrapesos al Ejecutivo federal", junto con una "apropiación inconstitucional de recursos de la Federación, que también pertenecen a Estados y municipios", hasta la violación a la Constitución que supondría darle al presidente y a su Secretaría de Hacienda las facultades que hoy corresponden constitucionalmente a la Cámara de Diputados y el control absoluto de los recursos de toda la República. También el diputado Porfirio Muñoz Ledo advierte que el presidente está "cayendo en la tentación de concentrar cada vez más poder" y que al hacer caso de "consejeros que le dicen que puede tener todo el control" puede incurrir en excesos como violar la división de poderes y la Constitución. Agrega que si el Ejecutivo quiere un presupuesto a modo, podría hacerlo sin modificar ninguna ley porque tiene "una mayoría amplísima y por lo que hace a Morena es bastante textual, que aprueba sin ninguna modificación lo que le mande el presidente".

"Si él quiere tener otros poderes y estar regido por la Constitución, si quiera como forma tendría que hacerlo. Se está violando la división de Poderes y es inconstitucional. El artículo 29 constitucional podría utilizarlo para eso, para no pasar por la Cámara de Diputados en un estado de Excepción, pero no quieren decretar el Estado de Excepción", comentó Muñoz Ledo ayer en una entrevista con el periodista René Delgado.

Recordó que el artículo 49 constitucional prohíbe expresamente que no pueden reunirse dos o más Poderes en una sola persona o corporación y eso hay que tomarlo en cuenta. "Puede hacer ahora (López Obrador) reforma a cualquier Ley, tiene mayoría en la Cámara de Diputados, ¿para qué quiere más facultades? Hay una actitud de serenidad y de refl exión que yo le conozco al presidente López Obrador, que es la que debe prevalecer", pidió el diputado morenista. Muy grave sería para el país que Morena y sus aliados se plegaran esta vez a los designios del presidente y le dieran facultades que nunca tuvo otro mandatario en detrimento del de por sí dudoso equilibrio de Poderes en México.

En momentos en que enfrentamos la peor pandemia y con ella también la crisis económica más dura que hayamos conocido los mexicanos, con riesgos de desempleo histórico, repunte de la inseguridad y posible inestabilidad social, nada haría más daño para esta República agitada y en la que soplan vientos de inconformidad y hasta separatismo en algunos estados del país, que el mensaje de que se va a fortalecer y a consolidar a la Presidencia imperial que ha querido restaurar Andrés Manuel López Obrador.