La batalla por los 100 mil muertos

La batalla por los 100 mil muertos, escribe @SGarciaSoto en #SerpientesYEscaleras.

El país se enfila a un recrudecimiento de la pandemia por el próximo invierno y a un aumento exponencial y doloroso de muertes y contagios por Covid que se ve inevitable.

Las autoridades mexicanas siguen divididas en la forma de enfrentar esta emergencia y no hay ya una estrategia nacional porque el gobierno federal, con su fallida y cuestionada metodología, su negativa al aumento de pruebas y sus cifras llenas de subregistros, ha sido rebasado por los gobiernos locales y ha perdido el control de la emergencia sanitaria.

En medio de ese caos y mientras nuestras autoridades juegan al ensayo y error con los colores del semáforo, en medio de la escasez de recursos, la saturación de los hospitales públicos y la inexistencia de directrices generales por el miedo y la tibieza del presidente López Obrador, que se niega a tomar medidas coercitivas que dañen aún más su popularidad, llegamos al millón de contagios y nos enfilamos esta semana a una cifra altamente simbólica, los 100 mil muertos, que será el objeto de disputas políticas y mediáticas, a pesar de que todos sabemos que en realidad hoy tenemos casi tres veces más de muertes reales por la pandemia.

En el ambiente politizado en el que ya nos encontramos, previo a las disputadas elecciones de 2021, el número de 100 mil muertes oficiales por Covid será utilizado por los opositores y críticos como un símbolo del fracaso del gobierno lopezobradorista en la atención de la emergencia por Covid, mientras que desde el gabinete de Salud buscarán acusar a la oposición y a la prensa crítica, de “lucrar políticamente” con un tema tan doloroso como es la muerte de los mexicanos.

De un lado, las dirigencias de los partidos de oposición, los gobernadores de la Alianza Federalista y los grupos empresariales adversos a la 4T, preparan una campaña para resaltar y restregar la cifra de los 100 mil fallecidos como un reflejo de la ineficacia y el desorden con el que el presidente López Obrador y su gabinete de Salud, encabezado por el muy polémico y cuestionado doctor Hugo López-Gatell, han manejado esta pandemia y ha colocado a México, con sus decisiones erráticas y su negación inicial de la gravedad del problema, en uno de los países con mayor índice de mortalidad por Covid en el planeta.

Del otro lado, en el gobierno ya empezaron desde el viernes con el discurso que busca rechazar cualquier responsabilidad y que acusa a los medios y a los opositores de “faltarle al respeto a los muertos” al utilizar la cifra de las 100 mil defunciones como una forma de golpear y criticar a la administración de López Obrador con fines políticos.

Lo que veremos esta semana será una batalla política de muy mal gusto entre la oposición y el gobierno, unos para tratar de resaltar las cifras negativas del Covid como muestra del fracaso gubernamental y los otros con argumentos sofistas y de negación de la gravedad de la situación para evadir culpas y responsabilidades.

Y en medio de esta patética guerra, estará una ciudadanía también dividida y enfrentada entre los que se cuidan y siguen las recomendaciones de usar cubrebocas, evitar reuniones y salir lo menos posible de casa, y los que, entre hartos e inconscientes, deciden que la vida tiene que seguir y siguen haciendo su vida social sin restricciones ni cuidados.

Así que preparémonos para un crudo y doloroso invierno.

Y cómo siempre hemos dicho desde que empezó esta pandemia y su dimensión rebasó a nuestras autoridades políticas y sanitarias: que se cuide cada quien y cuide a los suyos, porque en esto, que es quizás el reto más grande para la sobrevivencia que hayamos enfrentado la mayoría de nosotros, vamos solos y por nuestra cuenta.