El ministro presidente de la corte palaciega

El ministro presidente de la corte palaciega, escribe Salvador García Soto en #SerpientesYEscaleras

La visita que realizó el pasado jueves al mediodía el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia al Palacio Nacional podría ser anecdótica si, en otro contexto distinto al actual, el titular del Poder Judicial Federal hubiera sido invitado a un evento republicano o incluso a un diálogo con su par, el Presidente de la República y titular del Poder Ejecutivo.

Pero en los momentos en que la independencia y autonomía del ministro Arturo Zaldívar ha sido puesta en entredicho con la propuesta y aprobación en el Congreso de una reforma que propone ampliarle dos años de mandato como presidente de la Corte, en una virtual reelección que viola el artículo 97 constitucional, esta visita sigilosa, fuera de agenda y de la que no se dio información oficial, toma otra dimensión totalmente distinta.

Porque aunque ayer el presidente López Obrador salió a tratar de salvar, una vez más, a Zaldívar y a decir que había ido a verlo a él y que habían dialogado “sobre cómo limpiar la corrupción” y otros temas, la primera versión que circuló y que el propio ministro les dijo a los reporteros de la fuente presidencial, cuando lo encontraron por casualidad en los pasillos del Palacio, es que había ido a reunirse con Julio Scherer Ibarra.

Y si ya un encuentro subrepticio con el titular del Ejecutivo era sospechoso, que el representante de uno de los tres poderes del Estado mexicano haya ido a entrevistarse con un subalterno presidencial, como es el Consejero Jurídico de la Presidencia, en el momento en que se discuten reformas e iniciativas cuya dudosa constitucionalidad tendrá que dirimir justamente la Corte, se presta a todo tipo de interpretaciones.

Y es que aun concediendo que haya sido una simple “visita de cortesía”, resulta muy difícil entender que el titular del Poder Judicial vaya a la sede del Poder Ejecutivo a ver al abogado presidencial que, al menos jerárquicamente, no está al nivel del presidente de la Corte. Si decía Jesús Reyes Heroles que “en política la forma es fondo”, la imagen del ministro Zaldívar, saliendo

apresurado del Palacio Nacional, mientras era fotografiado por los reporteros que le preguntaban la razón de su visita, tiene mucho más de fondo que de forma.

Hay por lo menos tres temas de controversia constitucional que en este momento coinciden -y en política hay coincidencias- con la polémica visita del ministro presidente al palacio presidencial: el ya mencionado artículo transitorio de la Reforma Judicial que propone reelegir por dos años más a Zaldívar al frente de la Corte, que por cierto extrañamente no ha sido aún promulgada por el Ejecutivo ni publicada en el Diario Oficial con lo que la oposición no puede controvertirla; la discusión sobre la constitucionalidad del desafuero del gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, que tendrá que dirimir quién tiene la razón y la última palabra en el intento de detener y procesar al mandatario estatal; y finalmente la  controversia constitucional sobre la Ley de la Industria Eléctrica, de máxima prioridad para el presidente López Obrador.

¿De cuál de esos tres temas conversaron el ministro y el consejero?

¿Acaso de los tres? La operación Scherer-Zaldívar La conexión Scherer-Zaldívar no es nueva y comenzó desde que el consejero jurídico le operó, por encargo directo del Presidente, los votos con los que el ministro fue electo presidente de la Corte el 2 de enero de 2019. A partir de ahí el abogado presidencial se convirtió en la correa de transmisión de las intenciones y prioridades presidenciales para con el Poder Judicial.

La reciente Reforma Judicial, propuesta por el ministro Zaldívar, fue también cabildeada y operada por Scherer con el apoyo del líder del Senado, Ricardo Monreal.… Se baten los dados.

Escalera doble para todas las víctimas de la tragedia del Metro y para sus familiares que hoy sufren el dolor de la pérdida.