¿AMLO va con los duros o con los moderados?

¿AMLO va con los duros o con los moderados?, escribe @SGarciaSoto en #SerpientesYEscaleras.

En la decisión que se tome este fin de semana para la dirigencia de Morena, además del control del partido y de la sucesión presidencial, hay una definición fundamental para el proyecto de gobierno de Andrés Manuel López Obrador y para el futuro del país: el resultado de las tres encuestas que concluyen hoy marcarán el rumbo que tomarán la llamada “Cuarta Transformación” en los próximos tres años y en el relevo de poder en 2024 y por cuál de los dos bloques que están en una pugna ya inocultable 4T, se decanta el Presidente: si López Obrador entrega su proyecto político a los grupos más duros y radicales de la izquierda o si apuesta por los sectores más moderados y liberales de su gabinete.

La decisión que tome el mandatario definirá, en mucho, el futuro inmediato del país y de la administración lopezobradorista.

Aunque el ejercicio está en manos del INE y de las tres encuestadoras contratadas, al interior del propio gabinete se asegura que ya hay una definición tomada en Palacio Nacional y que la apuesta presidencial está en el triunfo de Porfirio Muñoz Ledo, no tanto por el experimentado político de la izquierda, sino por los grupos y personajes que están detrás de su candidatura, desde la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, hasta la nomenklatura de Morena controlada por Bertha Luján y por figuras visibles y no tan visibles en el partido y el gabinete, desde el chavista y bolivariano Héctor Díaz Polanco, el exvocero y actual coordinador de Política y Gobierno, César Yáñez, el coordinador de Programas de Gobierno, Gabriel García Hernández, hasta el productor e ideólogo de la 4T, Epigmenio Ibarra, entre otros.

Si este fin de semana se confirma con el anuncio del INE la presidencia de Muñoz Ledo en Morena, entonces el mensaje sería doble: primero, que López Obrador no quiso dejar correr y le metió freno a su poderoso canciller Marcelo Ebrard, al tiempo que favorece y apuntala las aspiraciones de Claudia Sheinbaum y, segundo, que con su decisión también orienta lo que resta de su proyecto y su propia sucesión hacia los sectores más duros de la izquierda radical que tendrá cada vez mayor preeminencia en su administración en detrimento de las voces más moderadas y técnicas de este gobierno.

Esa sería sin duda una lectura del posible resultado, aunque también voces cercanas al Secretario de Relaciones Exteriores insisten en que Marcelo Ebrard, si bien tiene un vínculo innegable con su exsecretario de Finanzas, Mario Delgado, no está ni jugando a la sucesión ni buscando controlar Morena.

“Falta mucho para 2024 y la candidatura de Delgado no fue promovida por el canciller, sino por el propio Presidente. La definición que se tome en el partido no afectará en nada el trabajo y las funciones que cumple el secretario Ebrard en el gabinete y en el manejo de la política exterior de este gobierno”, comentó un cercano colaborador del canciller que insiste en que en el edificio de la SRE “estamos tranquilos y no hay prisas ni nerviosismo por lo que suceda en Morena”.

Veremos cómo viene el resultado de las tres encuestas en Morena y si se confirma la que dicen fue la apuesta de López Obrador, con todas los mensajes y repercusiones que eso tendría para el proyecto de la 4T, para el rumbo del país y para una sucesión, que aunque se ve todavía muy lejana, tendrá sin duda un avance importante en la decisión de quién se queda con el control de Morena…

Los dados mandan Serpiente Doble.

Siguen los malos tiros.