La paz será fruto de la justicia

A los compañeros Ximena Guzmán y José Muñoz.

No sólo la oligarquía rapaz y la derecha conservadora están empeñadas en frenar a cualquier costo la transformación del país. También el crimen organizado pretende lo mismo.

Mientras unos mienten, calumnian, conspiran con potencias extranjeras para recuperar los privilegios perdidos, los otros -con armas de guerra que no cesan de llegarles de los Estados Unidos- perpetran masacres y asesinatos selectivos en un esfuerzo por desarticular una estrategia que amenaza su capacidad de reposición de bajas y sus fuentes de ingreso.

Mentira que la guerra de Felipe Calderón les hiciera daño a los cárteles de la droga; al contrario, el despliegue masivo de tropas con enorme poder de fuego, las hostilidades desatadas por órdenes de Washington en casi todo el país, no hicieron más que fortalecerlos.

Los capos del crimen -el producto más acabado de la corrupción y la impunidad imperantes en el pasado- añoran al régimen neoliberal y necesitan, para que los precios de la droga se disparen en las calles de las ciudades estadounidenses, que la guerra, que “es un monstruo grande y pisa fuerte” vuelva a desatarse. La lógica de la sangre les favorece; sólo quienes no entienden un carajo de la guerra creen que a balazos se les podrá destruir.

Frenar la transformación es vital para el crimen porque, más que a los drones o a los soldados estadounidenses, a lo que temen los capos es a los programas sociales. Los gobiernos del PRIAN jamás les disputaron la base social; al abandonarlos a su suerte les entregaron a las y los jóvenes para luego decir, como Calderón, cuando caían masacrados: “en algo andarían”.

Hermana Clara Brugada y con razón porque son la misma causa, el combate implacable a la inseguridad y la lucha por la transformación de México. Ni ella ni Claudia Sheinbaum hablan de "cruzada", "guerra", “mano dura”, de “venganza”, como se hacía en el pasado. La paz será en nuestra Patria -y ambas por eso luchan- fruto de la justicia, de la inclusión, de la igualdad sustantiva, del bienestar compartido.

Basta ya, digamos, en nombre de Ximena y José y tantas y tantos mas, respetuosa y enérgicamente a Donald Trump, de que México siga poniendo los muertos y ustedes las armas y los dólares. Basta ya de mirar al capo en el ojo ajeno e ignorar a los grandes carteles estadounidenses en el propio. Salve a sus jóvenes; Sr. Trump persiga a sus capos.

Epigmenio Ibarra

X: @epigmenioibarra