Una familia beatificada
"Una familia beatificada'", escribe Pbro. José Martínez Colín en #VivirenCristiano.
1) Para saber
“Las familias son la brújula que nos guían. Son la inspiración para llegar a grandes alturas, y nuestro consuelo cuando ocasionalmente fallamos” (Brad Henry). Nunca será suficiente el cuidado que se ponga a la familia dado el lugar insustituible que ocupa en la sociedad.
Por ello, ante la pobreza tanto material como espiritual que se observa en el mundo, o el problema del invierno demográfico que padecen muchos países, el Papa Francisco propone como el principal antídoto a la familia misma: “Es necesario que en todos los países se promuevan políticas sociales, económicas y culturales ‘amigas de la familia’ y de la acogida de la vida”.
Porque además, la familia cristiana, que está fundada en el amor, está abierta y atenta a lo que ocurre fuera del hogar, y busca ser acogedora y solidaria, nunca indiferente, enfatizó el Papa.
2) Para pensar
El Papa Francisco se refirió a una familia polaca que fue beatificada, toda ella, hace unos días: Sus padres José y Victoria Ulma, junto con sus siete hijos. Es la primera vez en la historia de la Iglesia en que se beatifica a una familia entera.
Los Ulma eran una familia común con sólidos valores cristianos. La familia entera fue exterminada por los nazis el 24 de marzo de 1944. Su crimen fue dar refugio en su hogar a ocho judíos perseguidos. Esta valiente decisión los llevó a la muerte, pero también a la santidad. Se les considera mártires. Al odio y la violencia de la guerra, la familia los venció con el amor evangélico, con su oración. Pidió el Papa Francisco que esta familia polaca, que representó un rayo de luz en las tinieblas de la Segunda Guerra Mundial, sea para nosotros un modelo a imitar en el celo por el bien y en el servicio a los necesitados.
En el libro “Mataron también a los niños”, de la periodista italiana Manuela Tulli y del sacerdote Pawel, se relata la historia de la familia Ulma, historia de santidad, defensa de la vida y compasión. La madre, Vittoria Ulma, estaba embarazada de su séptimo hijo, dio a luz en medio del martirio. Dice la autora que al ser beatificado ese bebé, brinda esperanza a las madres que han perdido a un hijo: saber que hay un bebé beato en el cielo.
3) Para vivir
“Ser hogares luminosos y alegres”, invitaba san Josemaría a los matrimonios. Se trata de una alegría, dice el Papa Francisco, que proviene del hecho de ser familia, de ser percibida como un regalo, y sentirnos agradecidos: “la alegría de ser una familia no significa que todo vaya bien, que no haya problemas… Todos sabemos que la vida familiar se compone de momentos felices y otros dolorosos, de periodos más serenos y otros más difíciles”, dijo el Papa Francisco. Se trata de que todos, padres, hijos, abuelos, tíos…, intenten día a día salir adelante, con un estilo de sencillez y servicio. Agradecer en primer lugar a Dios, y luego a nuestros antepasados; pero también por tener hijos y nietos.
Indicó el Papa Francisco que la “familia está llamada a ser un factor de fraternidad y amistad social, arraigada en un territorio y al mismo tiempo abierta al mundo”. Aconsejó dedicar un tiempo a la oración, al diálogo entre los cónyuges y con sus hijos, y a la vida comunitaria en la Iglesia.
Pbro. José Martínez Colín
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