Irán escalando su actividad nuclear, un nuevo foco de tensión global
"Irán escalando su actividad nuclear, un nuevo foco de tensión global", escribe Mauricio Meschoulam en #ColaboraciónEspecial
Las noticias internacionales acerca de elecciones y acerca de los conflictos armados han ocluido una nota mayor. Irán ha instalado y activado decenas de centrífugas nucleares avanzadas y planea instalar más. La Agencia Internacional de Energía Atómica confirmó que Irán ya enriquece uranio a niveles cercanos a los necesarios para armar un artefacto nuclear y posee suficiente uranio enriquecido para armar varias bombas nucleares si decidiera hacerlo. El riesgo de esto, independientemente de posiciones políticas al respecto, es que el asunto está volviendo a levantar la discusión política y militar acerca del proyecto nuclear iraní en momentos en que las tensiones en Medio Oriente ya se encuentran al máximo.
1. El Plan Integral de Acción Conjunta (Jcpoa) es un acuerdo firmado entre Irán, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia, China y la Unión Europea, en 2015, con el objetivo de limitar la actividad nuclear iraní al punto de asegurar que ese país no estaría en capacidad de armar una bomba atómica durante la vigencia del convenio, a cambio de liberarle de la mayor parte de las sanciones que existían en su contra. Pero, argumentando que era el peor acuerdo jamás firmado, Trump lo abandonó en 2018, reactivando las sanciones contra Irán, y ocasionando que Teherán respondiera aumentando paulatinamente su actividad nuclear no solo al nivel previo, sino más allá.
2. Biden se comprometió a negociar y revivir aquel acuerdo nuclear, pero se enfrentó a la desconfianza que había sido sembrada por su predecesor. A pesar de etapas en las que las conversaciones llegaron a progresar e incluso se logró un borrador que parecía estar ya casi finalizado, la realidad es que las negociaciones acabaron colapsando una y otra vez.
3. Además de los temas propios del acuerdo nuclear, otros factores externos incidieron negativamente como la represión en Irán al movimiento liderado por las mujeres en 2022, la cercanía y colaboración de Teherán con Rusia por la guerra en Ucrania o bien, más recientemente el inicio de la conflictiva entre Israel, aliado de EU, con Hamás y Hezbollah, aliadas de Irán.
4. A todo lo anterior hay que añadir la debilidad de Biden en este período electoral, y la elevada posibilidad de que Trump y sus tácticas de presión máxima contra Teherán regresen a la Casa Blanca.
5. Es en este contexto que podemos evaluar lo que parece una modificación de estrategia de Teherán. Irán es desde hace años un estado ubicado en el umbral nuclear, es decir, un país que está técnicamente preparado y tiene la capacidad para producir armas nucleares, aunque aún no las haya fabricado. Hasta este punto, Teherán había decidido permanecer en ese punto sin dar los pasos siguientes para mantenerse negociando y evitar un conflicto armado, pero a la vez, proyectarse como estado con capacidad nuclear.
6. Los últimos movimientos que están siendo reportados por la AIEA podrían implicar un cambio de estrategia, pero, independientemente de ello, lo relevante del tema es que esto ya está siendo leído como una alta escalada del nivel de riesgo en sitios como Israel, así como otros países de la región, dada la percepción del programa nuclear iraní como una amenaza existencial.
7. Esto, además, ocurre en momentos en que la campaña de Biden enfrenta obstáculos mayúsculos y que, por tanto, según se concluye, dificultarían mucho, si no es que bloquearían, la decisión de Washington de involucrarse en una nueva guerra en Medio Oriente (algo que es rechazado por un 70% de electores estadounidenses).
Queda esperar que el tema sea atendido por los organismos y actores interesados en la estabilidad global antes de que siga creciendo.