Cuidados a personas adultas mayores en el confinamiento

Colaboración Especial

lunes 07 sep. 2020 - 10:42 a. m.

El número de personas adultas mayores en México se ha incrementado en los últimos años y la pandemia representa una preocupación adicional para este grupo poblacional, escriben en Fuera de Ruta.

El número de personas adultas mayores (> 60 años) en México se ha incrementado en los últimos años. Además de los cuidados que pueden requerir cotidianamente, la pandemia por el coronavirus (Sars-Cov 2) representa una preocupación adicional para este grupo poblacional, ya que los informes de otros países señalan que tienen mayor riesgo de enfermar y fallecer por COVID; presentan alta frecuencia de contagio en los centros de retiro; y hay poca información acerca de cómo el sexo/género interactúa con la enfermedad.

Los cuidados en salud ya sean remunerados económicamente o llevados a cabo al interior de las familias y redes sociales del entorno cercano, posibilitan la vida de las personas en condiciones de dependencia. En México, de acuerdo con datos del INEGI, los cuidados familiares recaen con mayor frecuencia en las mujeres en la edad media de la vida. Regidos por patrones solidarios, este tipo de actividades reproducen importantes desigualdades de género relacionadas con la división sexual del trabajo.

Para entender mejor qué sucedía con las personas adultas mayores y sus cuidados durante el confinamiento, se aplicó una encuesta a nivel nacional en mayo y junio del 2020. El 33% de participantes se identificaron como hombres y 67% como mujeres. Se encontró que hombres y mujeres cuidaban de personas adultas mayores durante el confinamiento. Una cuarta parte de ellos y casi la tercera parte de ellas fungían como cuidador o cuidadora principal. Los hombres refirieron el apoyo económico como el cuidado que más proveen, mientras que las mujeres los cuidados emocionales.

Cuando se trata de apoyo asistencial, los hombres se encargaban prioritariamente de comprar alimentos y llevar a la persona a sus citas médicas, mientras que las mujeres participaban más en las labores del hogar. Las personas de 51 a 60 años de edad son quienes más fungen como cuidador o cuidadora principal, pero las mayores de 70 años son las que con mayor frecuencia cuidan de otra persona. Entre jóvenes menores de 25 años, más de la mitad proveen cuidados a personas adultas mayores.

Es bajo el porcentaje (1%) de personas adultas mayores que viven en centros de retiro o que son atendidas por cuidadoras o cuidadores con pago (7%). Casi la mitad son independientes, viven más frecuentemente con las hijas, y en menor proporción con los hijos. Refirieron que la mayoría permanece sin salir de casa (69%) y sólo el 2% sigue su vida sin hacer cambios. El confinamiento ha tenido un efecto importante en la salud física y mental de las personas que están a cargo de quienes respondieron la encuesta: hay reducción importante de su actividad física, poco más de la mitad han tenido al menos un problema emocional, y una cuarta parte requirió atención médica diversa.

Estos resultados preliminares nos muestran, que los cuidados son asumidos y se proveen de manera diferente de acuerdo con la construcción social y cultural de los géneros; que la presencia de personas adultas mayores en centros o casas de retiro es muy baja. Se encontró que los cuidados después de los 70 años son principalmente hacia la pareja, y que las personas adultas mayores han incrementado su dependencia para abastecimiento de alimentos y medicamentos. Contrario a la creencia popular, los y las jóvenes menores de 25 años participan activamente en el cuidado de las personas adultas mayores de su familia, a quienes la contingencia ha afectado considerablemente en sus emociones, hábitos y actividad física.

Es importante mencionar que no se pretende generalizar los resultados a toda la población, dado que se aplicó solamente a personas con acceso a internet y no en todos los contextos.