ENTRE LAS MEJOR EVALUADAS
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ENTRE LAS MEJOR EVALUADAS
Dos encuestas de diferentes casas especializadas en estudios de opinión, nos acaban de informar que en Sonora tenemos a dos mujeres dentro del “top five” de los gobernantes mejor calificados de todos el país: una es la gobernadora Claudia Pavlovich, que repite en la parte más alta de ese ranking; la otra, es la alcaldesa de Hermosillo Célida López Cárdenas.
La gobernadora Pavlovich ocupa ese tercer lugar entre los gobernadores con mayor aprobación de sus gobernados, esto en la encuesta de Massive Caller y sólo superada por Mauricio Aviña de Yucatán, en el primer lugar y Quirino Ordaz de Sinaloa, en el segundo.
Por su parte la alcaldesa López Cárdenas es también tercer lugar nacional, en la encuesta telefónica de Caudae Estrategias, ella entre los presidentes municipales con las mejores calificaciones en los atributos de honestidad, capacidad e integridad, sólo superada por María Eugenia Campos, de Chihuahua y Jorge Zermeño, de Torreón.
Nada mal para los sonorenses ¿verdad?…
Sobre todo nada mal para las mujeres, que así demuestran que sus atributos como gobernantes son apreciados por sus gobernados.
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ACUERDO POR SONORA
En más de la gobernadora Pavlovich, sus palabras de ayer fueron un mensaje directo a los legisladores federales, pues ante las quejas de los presidentes municipales por los escasos recursos presupuestales para ejecutar obra pública, la mandataria estatal dijo que eso se debe a los recortes del Gobierno federal, tanto a las participaciones como por la cancelación de apoyos directos a los municipios, ante lo cual la única forma de revertir la situación es actuando en equipo.
Y es que hay una gran verdad en todo esto de los presupuestos: para 2020 la canasta de recursos participables será menor incluso que la de este año, por lo que todo depende de los diputados federales sonorenses, de su intención de apoyar a su estado y las ganas que le pongan a la competencia por esos recursos allá en San Lázaro.
Cuando los diputados federales son del mismo partido que el gobernador se trabaja en equipo para la gestión, por lo que ahora, cuando la Gobernadora es priista y la gran mayoría de los legisladores de Morena, se requiere que el acuerdo por Sonora rebase las diferencias partidistas…
Y si no es así, los que más van sufrir las consecuencias serán los municipios.
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EL MARATÓN LEGISLATIVO
Como ya les comentamos, no hay plazo que no se cumpla y este día será el análisis y discusión de las cuentas públicas del ejercicio 2018, tanto del Estado como de los 72 ayuntamientos, en el Congreso local, en lo que se anticipa será una larga sesión en la que cada bancada tendrá la oportunidad de hacer un posicionamiento, incluyendo los diputados unitarios de los partidos MC y Verde, para luego dar rienda suelta a “los juegos del hambre” con los comentarios y señalamientos.
Pero nos dicen que este año se podría repetir que, al extenderse tanto en el debate de la cuenta estatal, se queden nuevamente sin análisis las municipales, aunque eso ahora se antoja difícil ya que varios ayuntamientos salieron con cuentas mochas en muchos rubros, llevándose Empalme la corona en ese tema.
Claro que seguramente los alcaldes actuales saldrán con que la mayor parte de 2018 no estaban aún en funciones, pero eso no les disculpa que no hayan empezado a aplicar correctivos desde el primer día, cosa que a todas luces muchos no hicieron sino al contrario…
Total, que hoy podríamos asistir a un maratónico circo legislativo.
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NO VEN UNA LOS AGRICULTORES
Ahora sí que a los productores de la agricultura comercial cuando no les llueve les llovizna, esto porque todavía no resuelven el asunto del recorte de los apoyos federales cuando andan sacados de onda nuevamente por una ley que estaría por aprobarse para obligarlos a que siembren maíces criollos en vez de las variedades híbridas con que han hecho crecer su producción.
Según el presidente de la Asociación de Organismos de Agricultores del Sur de Sonora, Baltazar Peral, si se da esa imposición con la ley, cuya iniciativa está actualmente en la Cámara de Senadores, significaría una dramática baja en la producción quizás de hasta 50%, lo que daría al traste con los niveles de producción y rentabilidad…
Total, que no ven una, como se dice.