Presidente, no soy su adversario
Presidente, no soy su adversario, escribe Joaquín López-Dóriga (@LopezDoriga) en #EnPrivado
Cuando el presidente López Obrador insiste en que soy su adversario, ¿es porque él es el mío?
Florestán.
Ayer, el presidente López Obrador me volvió a atribuir el ser su adversario y eso es falso, yo no soy su adversario ni tampoco su opositor, como también ha dicho.
Yo, Presidente, y lo sabe, soy un reportero con 54 años de oficio, más de medio siglo de duro y apasionado trabajo cotidiano en el que en mis espacios expreso acuerdos y desacuerdos.
Y pregunto:
Decir que en lo que va de este gobierno van 116 mil 259 homicidios dolosos, ¿me hace su adversario? Decir que en este gobierno ha habido un aumento de casi cinco millones de pobres, ¿me hace su adversario? Decir que van más de 326 mil muertos por Covid, el cuarto lugar mundial, ¿me hace su adversario? Decir que estamos en la inflación más alta de los últimos 20 años, ¿me hace su adversario? Decir que el subsidio a las gasolinas cuesta cinco mil millones de pesos a la semana, ¿me hace su adversario? Decir que no ha habido crecimiento económico en sus tres años de gobierno, ¿me hace su adversario?
Presidente, ¿de verdad hablar de la realidad, que no quieren ver en la 4-T, me hace su adversario?
No cabe duda que su doctrina, “el que no está conmigo está contra mí”, les lleva a negar esa realidad y hablar sólo de la que quisieran que fuera.
No Presidente, no. Ni soy su adversario ni su opositor y menos su enemigo.
Confío en que usted no sea el mío.
RETALES
1.- REFORMA. Cuando en 2020 López Obrador anunció sus tres grandes reformas constitucionales, fijó la electoral para 2021 y no pudo. Ayer, tras el fallo en su contra del Tribunal Electoral, anunció que la enviará a partir de abril, para que el pueblo elija a los consejeros del INE y magistrados de ese tribunal, por ser enemigo de la democracia, como ha repetido. Necesita mayoría legislativa calificada de la que carece. Lo que quiere es otro INE y otro tribunal para la presidencial de 2024;
2.- PERMISO. Es inaceptable que en el grave momento de violencia que vivimos, el número dos de las Secretaría de Seguridad federal, Ricardo Mejía, se haya ausentado del cargo para irse a Coahuila a promover la consulta de revocación de mandato, falta en la que se registra la peor masacre en mucho tiempo, los 20 muertos en el palenque clandestino de Zinapécuaro, Michoacán. Pero la consulta es lo prioritario; y
3.- AVIÓN. La historia del avión presidencial, aquel que no tenía ni Obama, retrata parte del caos gerencial de este Gobierno que, primero lo iba a vender, el Presidente habló de compradores y formas de pago y hasta de canjes, luego vino la burla de la rifa, que no se sorteó y ahora anuncia que lo pasa a una empresa del Ejército para que lo rente para bodas, fiestas y quince años. El punto es que su gobierno no se ha podido deshacer de él, se sigue pagando crédito y mantenimiento y ya estamos en el cuarto año de gobierno. Así la 4-T.
Nos vemos mañana, pero en privado.