Sí, God save the queen

"Sí, God save the queen", escribe Joaquín López-Dóriga en #EnPrivado

Siempre he esperado más de ti que de mí, ¡Y mírame!

Florestán.

Londres.- Cuando en la capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor, el Lord Chamberlain, antiguo jefe del MI5, rompió el bastón de mando y lo dejó caer sobre el ataúd de la reina Isabel II, marcó el final del servicio de la monarca que fue cabeza, garantía y defensa de la dinastía de los Windsor durante setenta años y 214 días.

Antes, habían retirado del estandarte que cubría la caja de roble y plomo, su corona imperial, el cetro y el orbe, que en un nuevo simbolismo colocaron sobre el altar a la espera que su heredero, ya Carlos Tercero, un día sea coronado en la abadía de Westminster, después de ser ungido con los santos óleos en las manos, el pecho y la cabeza, como ungieron a reyes y profetas para establecer su divinidad y confirmarlo como defensor fidei.

Y tras el crujido del bastón, un mecanismo comenzó a rodar para hacer descender el ataúd a la bóveda que la misma Isabel II arregló en los años sesenta para, casi medio siglo después, descansar al lado de su inolvidable padre, Jorge Sexto, de su madre, también Isabel, de los restos de su hermana Margarita y de los de su marido, el príncipe consorte Felipe, muerto en plena pandemia a los 99 años, bajo aquel suelo adoquinado, descansará en busca, en muerte, de la paz eterna que en la tierra no le dejaron alcanzar.

Esa capilla fue el último destino de la reina que no quería serlo porque su padre tampoco, pero la abdicación de su tío, David, Eduardo VIII, hizo llegar la corona a su hermano Alberto que eligió el nombre de Jorge VI buscando las capacidades que no tenía, pero que a su padre tampoco le sobraban.

Fue la peor época de los Windsor: un padre que muere, Jorge V, un heredero que no quiere y abdica, Eduardo VIII que nunca fue coronado, un hermano que lo sucede sin tener la capacidad ni la voluntad y una hija, Isabel, a la que la corona cayó de rebote y que se convirtió en la salvadora de la dinastía que ayer, tras setenta años de reinar, dejó la monarquía más fuerte del mundo a un heredero de otros tantos años, 73, que no ha dado muestras de tener las mismas prendas y, sobre todo, el mismo tiempo y el mismo temple.

God sabe the queen.

RETAL

1.- GUERRA. Al plan de paz del presidente López Obrador en Ucrania, un asesor subió un tuit diciendo que era un plan ruso, lo que la cancillería rechazó por no venir de un vocero autorizado como le confirmó el Embajador ucranio en la ONU a Juan Ramón de la Fuente. Desde hace días confirmó a los embajadores de Ucrania, Rusa, India y Santa Sede y a Antonio Guterres la propuesta que les haría. A esto, el representante ucraniano le confirmó que el tuit no era una respuesta oficial de su gobierno y seguía el plan de las reuniones bilaterales de cada uno de ellos con Marcelo Ebrard, en el espacio de la Asamblea general, mañana.

Nos vemos mañana, pero en privado.